Es por este motivo por el que su elección no siempre es sencilla. ¿Cómo saber qué gafas nos quedan mejor? El material, su forma y su color son algunos de los elementos en los que tenemos que fijarnos a la hora de elegir las gafas que más nos favorecen.
En primer lugar, debemos tener en cuenta la forma de la montura. El truco está en compensar los rasgos.
Las gafas redondeadas no se recomiendan para los rostros redondos, pero sí para los angulosos.Otro factor importante a tener en cuenta es el tipo de puente de las gafas. Los puentes metálicos alargan la nariz. Los de pasta la acortan.
No debemos olvidar el tipo de patilla. Si las patillas de las gafas son finas, alargan el perfil. Si son gruesas lo acortan.
Por otro lado, pueden ser altas, centradas o bajas. Las varillas altas alargan la cara, las centradas la ensanchan y las bajas ensanchan la mandíbula.
El tamaño de las gafas también es importante. Las gafas grandes estrechan la cara y disminuyen su tamaño, mientras que las pequeñas tienen el efecto contrario.
Las gafas de colores cálidos comunican acercamiento y resaltan los rasgos faciales, mientras que las de colores fríos dan sensación de distanciamiento y suavizan los rasgos.
Debemos tener en cuenta el color de las gafas, no sólo para que nos combine con nuestra forma de vestir, sino para que nos quede bien con nuestra armonía de color.