Una correcta organización del almacén es esencial para que sea realmente funcional y podamos optimizar su uso en favor de un trabajo eficaz de todos los departamentos de la empresa. Para conseguirla, es indispensable contar con una solución tecnológica adaptada a las necesidades específicas de cada compañía. Es decir, un sistema de gestión de almacenes que agilice la manipulación y control de los stocks.
Para ello, un buen diseño del almacén será necesario para cumplir estos dos objetivos. Por este motivo, las empresas trabajan constantemente para buscar opciones innovadoras que les permitan crear redes logísticas y cadenas de trabajo flexibles, que se adapten en cada momento a las necesidades de producción o expedición. Por lo tanto, a la hora de diseñar nuestro almacén debemos tener en cuenta la previsión de demanda que tendremos y, en consecuencia, el stock con el que deberemos trabajar para cubrirla.