-UN VASO DE AGUA TIBIA: Después de unas 8 horas de sequía, el cuerpo y sobretodo el cerebro, necesita hidratarse. Un vaso grande de unos 300 ml de agua tibia con unas gotas de limón ayuda a poner en marcha el metabolismo. La deshidratación leve puede causar cansancio matutino.
-UN CAFÉ: Aumenta un 30% la agudeza mental en 15 minutos. Luego el efecto se desvanece. Por tanto, si tienes un despertar pesado, toma el café cuanto antes. No te pases con el azúcar y no tomes más de dos.
-FRUTOS SECOS: Hay estudios que demuestran que comer frutos secos sirve para controlar el peso. Y otros estudios afirman que mejoran el ánimo. Al desayunar, sustituye embutidos, margarinas o lácteos grasos por almendras, avellanas, nueces, anacardos o semillas de lino, mucho más sanos y beneficiosos para la salud y para tu silueta.
-COPOS INFLADOS SIN AZÚCAR: Si te has aficionado al tazón de leche con cereales, piensa que estos suelen tener azúcar y suman demasiadas calorías. Además, a media mañana sentirás un bajón. Mejor elije copor inflados sin azúcar de arroz, trigo, mijo, maíz o cereales más exóticos como quinoa, espelta o amaranto. Realiza tus mezclas.
-QUESO CON NUECES Y MANZANA: Elige un queso fresco (Burgos, ricotta o requesón) y añade unas nueces y un toque de miel. Acompaña con una manzana asada. El contraste de texturas y de temperatura despierta el paladar. Es un desayuno equilibrado porque aporta hidratos de carbono, proteínas, fibra y grasa. Las manzanas que mejor se prestan al asado son las reinetas y las golden.
-ZUMO DE NARANJA Y COOKIES: La naranja tiene vitaminas C y B1, ácido fólico y aceites esenciales que activan el sistema nervioso. Las cookies integrales con chocolate aportan energía y fibra. Añade al zumo jengibre fresco rallado y le darás una nota picante.