Ayer ganamos al Levante como en los viejos tiempos, y no me refiero con el terrible "sufriendo" que tanto daño nos ha hecho, sino con el "luchando" que es nuestra seña de identidad. Todos esperábamos al típico equipo de Caparrós, rocoso defensivamente, marrullero y conservador. Aunque los dos primeros conceptos se cumplieron a rajatabla, en especial el segundo con jugadores que perdían el tiempo dando vueltas por el césped al mínimo contacto, como si en lugar de faltas leves les hubiéramos pegado dos tiros en el pie; el tercero no tanto. El Levante salió bastante enchufado, tanto que en el primer minuto nos meten un gol. Saben aprovechar el hueco que Diego Godín deja en el centro de la defensa e Ivanschitz no falla. Es muy curioso, la grada simplemente anima, no se preocupa ni se desespera (o casi toda porque en el fondo norte hay demasiado "entrenador" que no tiene ni puta idea de fútbol, espero que los Reyes Magos traigan muchos bozales estas fiestas...) porque este equipo no decepciona, podremos ganar o perder pero la entrega, las ganas y la lucha vienen de serie. Son tres conceptos que siempre han marcado nuestra identidad, que durante varios años habíamos perdido y que Don Diego Pablo Simeone nos ha devuelto. En realidad no esperábamos empezar el partido perdiendo y menos ver como el siguiente remate a puerta también era del Levante. Barral aprovecha un fallo defensivo de Miranda (probablemente el primero de toda la temporada) y remata a bocajarro. Justo en ese momento aparece Courtois demostrando que un portero también da puntos con sus paradas. Simplemente PARADON.
Ayer ganamos al Levante como en los viejos tiempos, y no me refiero con el terrible "sufriendo" que tanto daño nos ha hecho, sino con el "luchando" que es nuestra seña de identidad. Todos esperábamos al típico equipo de Caparrós, rocoso defensivamente, marrullero y conservador. Aunque los dos primeros conceptos se cumplieron a rajatabla, en especial el segundo con jugadores que perdían el tiempo dando vueltas por el césped al mínimo contacto, como si en lugar de faltas leves les hubiéramos pegado dos tiros en el pie; el tercero no tanto. El Levante salió bastante enchufado, tanto que en el primer minuto nos meten un gol. Saben aprovechar el hueco que Diego Godín deja en el centro de la defensa e Ivanschitz no falla. Es muy curioso, la grada simplemente anima, no se preocupa ni se desespera (o casi toda porque en el fondo norte hay demasiado "entrenador" que no tiene ni puta idea de fútbol, espero que los Reyes Magos traigan muchos bozales estas fiestas...) porque este equipo no decepciona, podremos ganar o perder pero la entrega, las ganas y la lucha vienen de serie. Son tres conceptos que siempre han marcado nuestra identidad, que durante varios años habíamos perdido y que Don Diego Pablo Simeone nos ha devuelto. En realidad no esperábamos empezar el partido perdiendo y menos ver como el siguiente remate a puerta también era del Levante. Barral aprovecha un fallo defensivo de Miranda (probablemente el primero de toda la temporada) y remata a bocajarro. Justo en ese momento aparece Courtois demostrando que un portero también da puntos con sus paradas. Simplemente PARADON.