No sé muy bien si eres de las personas que se sienten cómodas o incómodas con los textos que hay en tu página web o en tu blog. Tampoco sé si te gusta o te apasiona la escritura o si, por el contrario, la sientes como una obligación para que el negocio funcione.
Quizá, no te disgusta escribir y tampoco estás disconforme con los textos de la web, pero no te gusta vender un producto o un servicio. O simplemente te encanta escribir, pero estás pasando por una época de bloqueo creativo en la cual no te apetece hablar de nada.
Otra opción podría ser que tienes la sensación de que todas las temáticas están demasiado manidas y de que no es el momento adecuado para encontrar ese punto original en los textos para que realmente te sientas identificada con ellos.
¡Son situaciones que todos hemos vivido alguna vez! La diferencia entre la idea y el modo de plasmarla por escrito.
Los textos de las páginas estáticas de la web tienen que representarte al 100 % y los textos del blog tienen que tener una coherencia con el conjunto orgánico de la página. Tienes que sentirte segura de cada una de las palabras que haya en la web, porque entonces no estarías hablando tú, sino otra persona.
Tu web es como tu casa, pero ¿tendrías un sofá incómodo o un cuadro repelente? Bueno, el cuadro, si es un regalo de los suegros, lo mismo hay que dejarlo pasar, pero ¿qué me dices del sofá? ¿Dejarías que las siestas o las sesiones de película y manta se echaran a perder por un sofá insufrible para la espalda? ¡En absoluto!
Con los textos de la página web sucede exactamente lo mismo que con el sofá. Tienen que tener las siguientes características:
- Te tienen que representar.
- Tu estilo ha de ser visible.
- Tienes que sentirte 100 % cómoda con ellos.
Si alguna de estas características no se aplica a los textos de tu web, es momento de revisarlos y de reescribirlos para que puedan ser una prolongación de ti como imagen de Marca.
¿Cómo encontrar la comodidad en la escritura de los diferentes textos de tu web?
Voy a dar unos trucos o premisas para lograr la identificación de los textos con la imagen de Marca y, sobre todo, contigo.
- Hablar de lo que se sabe y de lo que se conoce. Intenta evitar tratar temas en los que no estés especializada.
- Las historias no deben meterse con un calzador. Es decir, hay mucha gente que siente un poco de pudor al hablar de ella misma en el quiénes somos. Cuenta solo aquello con lo que te sientas cómoda. ¿Que aún no estás preparada para hablar un poco más de ti? No lo hagas. Todo a su tiempo.
- Evita las palabras grandilocuentes y rimbombantes, porque no queremos oscurecer el mensaje.
- Lee el texto en voz alta. ¿Te sientes identificada? Otro truco es imaginar que le estás hablando a un familiar cercano o a alguna amiga.
- Nunca escribas el texto definitivo a la primera. Lo mejor es escribir un borrador y dejarlo reposar un par de días. Cuando haya pasado un tiempo, vuelve al texto: ¿Qué le falta y qué le sobra para que te represente?
- Vuelve cada cierta época a leer los textos publicados, verás cómo poco a poco los vas puliendo y mejorando.
La escritura evoluciona conforme se van adquiriendo más experiencias y conforme se practica este oficio. Con total seguridad lo que escribía hace unos meses está a años luz de la forma de expresarme ahora y mi escritura actual será muy pobre en relación a lo que pueda escribir dentro de una década.
Por ello, lo mejor es volver sobre tus propias palabras y adaptarlas a tu estilo actual o a las necesidades y objetivos que vayan surgiendo.
¿Te sientes cómoda con los textos de tu web?
¿Utilizas algún método para lograr esa comodidad?
Espero que te haya gustado el artículo. Puedes encontrarme en PAM palabras a medida, donde la protagonista indiscutible es la PALABRA tanto oral como escrita (impresa o digital).
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