Continuamos con la sección “Organización para Mamás” en la que Neus Virgili nos dará consejos de organización del hogar, gestión del tiempo, consejos para ser más eficaces en nuestras tareas de mamás, etc.
Consciente del cambio vital que experimentamos con la llegada de nuestro bebé y de todas las dudas e inseguridades que aparecen durante la gestación y crianza de nuestros hijos, ha decidido volcar sus esfuerzos en ayudar a otras mamás a recuperar el control sobre su tiempo, encontrar la forma de re-equilibrar sus vidas y poder así disfrutar plenamente del tiempo junto a sus hijos.
Además es autora del Curso “Gestión del Tiempo para Mamás Desbordadas” que puedes conseguir gratis en su blog y de la “Agenda para Mamás a Tiempo Completo” así que es una auténtica experta en la organización familiar.
Neus va a ofrecer una Conferencia Gratuita que no debes perderte “9 Claves para una Vida Organizada”
Cómo enseñar a tus hijos a mantener en orden sus juguetes.
En mi artículo anterior te hablaba de algunas estrategias para evitar que los juguetes de nuestrxs hijxs invadan nuestros hogares, pero lo cierto es que aunque dispongamos de sistemas de almacenaje que nos permitan tener ordenadas todos sus pertenencias, son cosas que van a estar en constante movimiento.
Nuestros hijos son muy hábiles sacando cosas de su sitio y desperdigándolas por el suelo, y a menudo nos da la impresión que no tienen ese mismo interés por volver a colocar todo donde estaba cuando han terminado de jugar.
Encontrar el equilibrio entre la necesidad de nuestros hijos de jugar, investigar y explorar con todos sus juguetes, y nuestro deseo de mantener nuestro hogar ordenado no siempre es fácil.
De todos modos, existe una forma estupenda que nos ayuda a aligerar esa carga y consisten en enseñarles a mantener ellos mismos sus pertenencias ordenadas.
Y aunque existen excepciones, en general es poco sensato pensar que aprenderán a ser organizados por sí solos.
Nuestros peques no nacen conociendo todas las normas y costumbres de nuestra sociedad, somos nosotros los encargados de irles enseñando cómo funciona el mundo.
Ventajas de enseñarles a hacerlo sin tu ayuda
Cuando llegas al final del día totalmente agotada y con la casa completamente patas arriba, es fácil que optes por recogerlo todo en cuanto duerman; o puede que estés demasiado cansada, no tengas ganas de discutir y prefieras hacerlo así para evitar el tener que escuchar sus quejas y enfados cuando llega el momento de recoger…
Irás más rápido, seguro, pero se estarán perdiendo una serie de aprendizajes y valores importantes.
Es necesario que aprendan a implicarse en la dinámica familiar, por eso hay que considerar ese momento como una inversión de tiempo a largo plazo, ya que existen muchos motivos por los que vale la pena enseñarles a hacerlo ellos mismos:
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Favorece la autonomía y la sensación de logro.
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Sentir que confías en ellxs para este tipo de tareas aumenta su confianza.
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Fomentas en ellos hábitos saludables que les acompañarán de por vida.
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Viven un aprendizaje experiencial, tendrán la oportunidad de extraer sus propias conclusiones sobre la causa y el efecto de sus actos.
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Les permite integrarse en las dinámicas familiares y sentirse parte importante del proceso.
Estrategias para que aprendan a ordenar sus juguetes
Cada familia es un mundo y existen mil formas de organizarnos, pero hay una serie de estrategias que te ayudarán en este proceso:
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Agrupa los juguetes por temáticas. Puedes poner todos los vehículos en una misma cesta, las piezas de construcción en otra, los animales en otro lado, etc.
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En la medida de lo posible evita tener un cajón de “Varios”, es un concepto demasiado abstracto y les costará establecer un criterio para utilizarlo.
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Etiqueta los recipientes con una imagen o palabra que describa lo que hay en su interior, les ayudará a reconocer el lugar de cada cosa.
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También puedes utilizar un sistema de codificación por colores, colocando una pegatina de color en cada objeto que concuerde con el color del recipiente donde deben devolverlo.
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Cuanto te pregunten dónde está un determinado juguete, recuérdales que debería estar en su sitio (indícales dónde), porque ahí lo dejasteis la última vez.
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Cuando llegue el momento de recoger, señala la necesidad de dejarlo nuevamente en su lugar para que en cuanto lo vuelvan a buscar sepan dónde encontrarlo.
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Haz notar la importancia de sacar sólo los juguetes que vayan luego a recoger, insistiendo en que no saquen más cosas de las que están dispuestos a ordenar.
No pretendas que el aprendizaje se dé de un día para otro, necesitarán unos días para hacer las asociaciones necesarias y extraer sus propias conclusiones.
Mientras, puedes invitarles a que te ayuden a hacerlo, luego podrás sugerirles que lo pongan donde tú lo hiciste la última vez, y al final bastará con recordarles dónde lo colocáis siempre.
No hay mejor enseñanza que el ejemplo
Los niños captan al vuelo nuestros hábitos y comportamientos, aunque verbalmente estemos expresando lo contrario.
Les encanta imitarnos, así que está genial enseñarles dónde va cada cosa y que nos vean devolviendo los objetos a su lugar mientras explicamos que cuando terminamos de utilizar algo, lo devolvemos donde estaba.
Les encanta involucrarse y sentirse útiles, así que utilizando una comunicación positiva, basada en el respeto y en el ejemplo (“Nosotros lo guardamos aquí”), se consigue una motivación mucho más fuerte que si se intenta hacer que el niño lo haga a la fuerza o como un castigo.
¿Y qué pasa si un día se niega a ordenarlo?
Cualquier niño pequeño, por muy ordenado que sea, tendrá días en los que no le apetecerá hacer una tarea determinada.
Es como nos pasa a ti y a mí, seguro que hay veces en las que sabemos que deberíamos fregar los platos de la comida, pero nos damos la licencia de sentarnos a descansar primero un ratito en el sofá, o incluso dejarlo para el día siguiente.
Pues con ellos ocurre lo mismo, la diferencia está en que no saben explicar (ni ellos mismo llegan a saber) por qué no les apetece.
Cuando tú le recuerdas a tu hijx que está dejando un juguete fuera de su lugar, y que antes de ponerse con otra cosa debería recogerlo, y se niega a hacerlo, tienes varias opciones:
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Le recuerdas que en vuestra casa tenéis la costumbre de devolver las cosas a su sitio, y lo hace.
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Le insistes una y otra vez, sigue negándose y acabáis por mosquearos los dos (y aquí puedes entrar en una mal entendida guerra de poder que no os va a beneficiar a ninguno).
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Decides (tú) y lo expresas en voz alta, que vas a recoger ese juguete. Y no pasa absolutamente nada.
No hay nada de malo en romper la norma habitual si eres tú quién lo decide.
A muchos padres les asusta actuar así, lo interpretan como una pérdida de autoridad, como si el niño les estuviera tomando el pelo y vaya a ser así a partir de ese momento.
Pero hay algo muy importante en lo que debes prestar atención y es en quién está tomando la decisión.
¿Es el niño que dice que no lo va a recoger y tu verbalizas un “siempre te sales con la tuya, ya me estás haciendo recoger tus cosas otra vez”, o algo parecido?
¿O eres tú quién decide que lo va a hacer, porque consideras que en ese momento debes ser flexible y es una buena opción, y así lo manifiestas?
Personalmente creo que los niños son capaces de distinguir las excepciones y que los adultos podemos decidir que lo que les apetece en ese momento a nuestros hijos, nos parece válido también a nosotros, y actuar en consecuencia.
Y para terminar…no olvides que en muchas ocasiones, el caos y el desorden son el equivalente a haber tenido un día estupendo, disfrútalo con ellos