Cómo enseñar al perro a desconectar del juego

Por Ricardo Antón Alonso @Dogguau_Bilbao
Uno de los problemas que solemos tener con nuestros perros es que no sabemos cómo hacerles entender que el juego lo hemos dado por finalizado y que se deben centrar en otra cosa.

Solemos guardar el objeto (en adelante "pelota" porque es con lo que más problemas se tiene) estando el perro totalmente excitado, concentrado en el juego y sin entender por qué la pelota desaparece; de ahí a la obsesión sólo hay un paso.

Al perro hay que enseñarle un comando o señal que le indique que el juego a finalizado y a bajar la excitación para que pueda desconectar de la pelota centrándose en cualquier otra cosa (olisquear, pasear, etc).




¿Cómo enseñarle a desconectar del juego?

1. Al finalizar el juego, cogemos la pelota y, con ella en la mano, le tocamos al perro diciéndole NO, NO, NO dejando la pelota en el suelo. Inmediatamente le enseñamos las palmas de las manos abiertas diciéndole el comando SE ACABÓ alejando al perro de la pelota invitándole a seguirnos. (Se puede hacer con el perro atado).

2. A través de las repeticiones conseguiremos que el perro entienda que cuando le decimos SE ACABÓ con las palmas de las manos abiertas la pelota se convierte en algo que no puede tocar y que debe alejarse de ella.

3. Una vez que conseguimos que el perro se aleje de la pelota, debemos llevarle a un estado de más calma y bajarle la excitación antes de guardarla. Para ello, dejaremos al perro tumbado quieto a cierta distancia de la pelota (si se levanta, le volvemos a colocar) hasta que su respiración se normalice, es decir, vuelva a la calma (tarde lo que tarde: 10, 15 ó 20 minutos).

4. Por último, antes de dejar que el perro se levante, guardamos la pelota y esperamos 1 o 2 minutos más para liberar al perro y dejarle que haga lo que quiera.

Las repeticiones harán que el perro aprenda que cuando le digamos el comando SE ACABÓ con las palmas de las manos abiertas el juego ha finalizado. Además, cada vez le costará menos pasar de la excitación a la calma.


Este artículo está relacionado con: Tu perro y la pelota: una relación "obsesiva"
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