Jaimito el hijo menor del panadero de la esquina, tenía que hacer sus deberes escolares, así que ya en casa decidió poner en un tosco y barato microscopio una gota de agua de la grifería del sanitario, allí pudo ver interesantes cosas como amebas, espiroquetas y paramecios.
Le atrajo muchísimo la palidez de las espiroquetas que decidió ampliar un poco el detalle hasta ver las moléculas que componían el ADN de la creatura, no contento con eso siguió ampliando la potencia de aumento del lente y comenzó a ver los átomos que componían a tan formidable amiguito, le llamo la atención de manera especial ver los electrones girando a lo loco, que decidió estudiar con profundidad tan magnifica partícula (aunque a Jaimito se le antojó que más bien era una mera onda de energía) que decidió ampliarla 100 veces luego 1000 veces más hasta que, puff, lo vio claramente.
Dentro del electrón comenzó a ver un tejido de cúmulo de Galaxias, miro mejor y pudo individualizar una de ellas, que era espiral y le llamo potentemente la atención una estrella paliducha y débil. Luego vio que alrededor de esa estrella también habían unos minúsculos granos de polvo girando alrededor de ella, por mera casualidad y llevado por la emoción decido fijarse en la tercera mota de polvo, y ampliando la potencia del lente vio que en ese minúsculo cuerpo, habían océanos y continentes.
Siguió inspeccionando y fijo toda la potencia del lente en una Tierra olvidada de la mano de los Dioses, llamada Aragca. Allí se deleitó viendo las ciudades y la compleja red de ferrocarriles, carreteras y sobre todo las miseras y minúsculas creaturas que poblaban aquel País.
Vio al Rey de Aragca dando órdenes a sus ministros y generales, luego puso su atención en un Rascacielos impresionante que tenía inscrito por nombre "Industrias Ishii", con la ayuda de su microscopio, pudo ver el interior del edificio y se dio cuenta de que no solo estaba construido hacia arriba, sino que la arquitectura también se extendía varios kilómetros hacia el interior del subsuelo.
Allí en una de esas oficinas subterráneas, que tenía inscrita en la puerta el misterioso número "Unidad 731" encontró a un par de aseadoras charlando animadamente, tanto así que ello llamo la atención de Jaimito que quiso ver y escuchar con claridad lo que decían aquellos dos enigmáticos personajes del mundo microscópico que había descubierto.
Angélica Curie, llevaba relativamente pocos días trabajando en su puesto de auxiliar de aseadora, luego de varios años de entrenamiento había sido designada para ayudar a Anita Fermi en sus tareas para limpiar la misteriosa Unidad 731. En el momento en que Jaimito las encontró estaban el par de damas (que son ya dos mujeres entradas en años) tomando un descanso. Se encontraban las dos sentadas en una modesta mesita tomando algo de café.
Anita le dijo a la otra - Cuando estés limpiando es importante que no toques nada, algunos de los objetos que hay aquí no solamente son muy frágiles, pero algunos son también muy peligrosos.
La habitación que estaban barriendo y trapeando parecía la estancia de un museo: Habían varios objetos expuestos en vitrinas, algunos protegidos por sendos vidrios a prueba de balas y explosiones.
-En especial ten cuidado con la ametralladora
-¿Cuál de todas? - pregunto inocentemente Angélica
-Aquella que está en un rincón, al lado de los tubos de ensayo llenos de átomos del gas Kriptón. Esa la encontramos tirada en un basurero de la estación de policía, nunca se supo de quién era, la única pista es un dardo tranquilizante que también se encontró muy cerquita de esa horrenda arma.
-¿Y qué es lo que está guardado en la siguiente vitrina? -siguió interrogando Angélica
-uh, no querrás saberlo, pero bueno si vas a estar a diario limpiando el piso de este lugar es mejor que lo sepas, es una máquina de escribir de las antiguas y algunas hojas de papel. NADIE en sus cabales se atreve a tocar los vidrios que separan esos condenados objetos del resto de la estancia. Si un día vas a manipular la cosa, te recomiendo que te pongas guantes de carnaza. -advirtió solemnemente Anita, haciendo gesto de preocupación y disgusto.
-Más importante es la urna en donde hay unas semillas muy interesantes, creación del Doctor Ayahuasca se dice que tienen poderes y propiedades misticas, o aquella en donde está una cámara de seguridad del auto patrulla del Inspector Carbonell, o la vitrina en donde hay unos guantes transparentes hechos de un material hasta hoy desconocido para nuestros científicos. O la que contiene un espejo mágico -dijo Anita como para distraer un poco la atención de Angélica acerca de la máquina de escribir.
(Jaimito le dio una mirada al espejo y vio claramente a alguien al otro lado del espejo también escuchando con atención al par de aseadoras y a su vez el ser al otro lado del espejo estaba moviendo la mano como saludando al chiquillo, pero las aseadoras no parecían darse cuenta de ello)-No lo sé, no me llaman la atención esos, más bien lo que siempre me ha intrigado es lo de la muñeca, esa que no está en una vitrina, sino más bien en una celda -replico a su vez Angélica
-oh si, esa es bien interesante, la tienen en una bóveda de alta seguridad, todo está forrado en acero reforzado, techo piso y paredes, la puerta tiene barrotes y encima de eso todo está recubierto por un vidrio blindado de varias pulgadas de espesor para que podamos ver que ocurre adentro - anuncio Anita como si ella misma hubiera diseñado la tenebrosa celda.
-Bueno si, pero ¿todo eso para guardar una muñeca de palo?, que además la tienen amarrada con camisa de fuerza y bozal a lo Hannibal Lecter. ¿No se te hace muy exagerado? Y por si no fuera poco afuera de la celda hay un par de lanzallamas como si temieran que la muñeca se fuera a escapar. Yo personalmente no le veo porque tanta precaución para un pedazo de madera. Desde que yo estoy aquí jamás se ha movido. -Protesto Angélica
-Bueno si a eso vamos, yo en todos mis años de servicio tampoco he visto que la dichosa muñeca se haya movido, ni un parpadeo o movimiento de labios, pero los Jefes quieren que así sea, ellos dijeron que era un ser muy peligroso -indico Anita con cierto aire dubitativo
-Si fuera tan peligrosa, como dices, ¿por qué mejor no la desarman?, total veo que a la muñeca le falta un pie.
-Tienes razón Angélica, sería bueno hacer la sugerencia que propones
-¿Y más allá, que es lo que hay? Eso que parece como un ojo o una lente.
-Oh, si eso, bueno es algo que trajeron de Mimas, parece es como bien dices el ojo o la lente de una computadora, que fue lo único que quedo de la explosión de una nave extraterrestre
-¿Extraterrestres? -dijo con cara alarmada Angélica -y ya un poco disgustada creyendo que Anita le estaba gastando una broma
Iba a continuar preguntando más cosas Angélica, pero en ese momento Jaimito perdió un poco el control del microscopio, porque estaba bastante cansado, al día siguiente haría su informe escolar narrando todo aquello que había visto y escuchado para así satisfacer las demandas de su profesor, de seguro los demás chicos de la escuela presentarían trabajos similares.