Es la pregunta que nos hacemos: ¿cómo es posible que haya tanta gente en el PSOE en contra de que haya un gobierno de izquierdas en España?
Después de diez meses de desgobierno, el Secretario General ha reconocido que mantener el cuádruple NO es insostenible: el no a Rajoy y a un gobierno del PP, el no a que el PSOE negocie con Unidos Podemos-IU-confluencias, el no a ni siquiera negociar una abstención de los independentistas y nacionalistas, y el no a nuevas elecciones... no se puede mantener sine die. Sobre todo porque un partido que aspira a gobernar no puede decir no a todo. Tiene que plantear alternativas reales. Algunos llevábamos tiempo diciendo que el PSOE tendrá que decidir si quiere un gobierno de izquierdas o uno de centro derecha. Que no puede mantener eternamente la ambigüedad. Ahora su Secretario General, por fin, reconoce públicamente que deben decidirse, debemos alegrarnos, aunque sea después de múltiples vaivenes y errores tácticos.
Manuel Castells ha dicho en la Vanguardia que Pedro: "en contra de las maledicencias de dentro y de fuera de su partido, lo que ha intentado hasta el límite es salvar el futuro del PSOE. Él sabe perfectamente que la ofensiva de los barones, apoyada por Felipe González y respaldada por Bruselas y Berlín, no es para que haya gobierno, sino para que no haya un gobierno apoyado por Podemos y Ciudadanos con respaldo indirecto de los partidos catalanistas. Como si fueran partidos no democráticos a los que hubiera que aislar por apestados [...] Por eso Pedro Sánchez intenta reeditar una alianza tripartita aunque esta vez pensando en Podemos en primer lugar, porque es lo que pide la mayoría de militantes socialistas [...]
La política mediática ha conseguido que haya un político bueno, Albert Rivera, a pesar de que va a derecha o centroizquierda según sople el viento, cambiando programas y promesas. Un político malo, Sánchez, por no aceptar la supeditación del Partido Socialista a la derecha. Y uno malísimo, Iglesias, porque se atreve a decir que España es plurinacional y mientras eso no se reconozca y se negocie, nada puede avanzar"
Es significativo que lo diga Manuel Castells, seguramente el sociólogo español de mayor prestigio mundial y que durante décadas ha apoyado a la socialdemocracia y a los gobiernos Psoe.
Algunas razones para que en el PSOE haya tantísima gente de derechas, conservadores del sistema, defensores del status quo, pueden ser:
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Los enriquecidos. Durante décadas el PSOE ha desarrollado la política económica mínima, de lo posible, de desarrollar el Estado de Bienestar sin tocar la riqueza de los poderosos, sin políticas redistributivas esenciales. Esto solo es viable en épocas de bonanza económica. Donde los nuevos ricos y la nueva clase política se aglutinaba en el entorno de la socialdemocracia liberal.
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El miedo. Siempre el miedo. Favorecido por los citados anteriormente para no perder sus privilegios. El miedo a enfrentamientos, a la inestabilidad... El miedo a la guerra civil perdura. Los fascistas también. Solo recordar una noticia de la última semana, contra el gobierno progresista de Carmena: El '¡Viva la muerte, muera la inteligencia!' regresa 80 años después para reivindicar en Madrid al fascista Millán Astray (La Plaza Mayor de Madrid acogió a cientos de personas en una concentración convocada por la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios para mostrar su oposición al cambio de nombre de la calle en honor a su fundador, José Millán Astray Terreros, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica).
Así las cosas el Psoe tiene que optar entre sus dos almas: apoyo al poder o el poder del cambio. La vía Pedro Sánchez o la vía Susana Díaz. Los barones no pueden tampoco mantener la ambigüedad eterna. Gobiernan en minoría, gracias al apoyo en la investidura de fuerzas a su izquierda y, a la vez, reclaman que el Psoe se abstenga frente al PP. Más de un podemita reflexiona que, si tanto quieren que gobierne el PP, ellos también les facilitarán el gobierno en su Comunidad mediante la abstención: y que gobierne el PPSOE. Con la aparente excepción de Andalucía, única Comunidad Autónoma en que el PSOE ya gobierna gracias a Ciudadanos. Susana lo ha repetido mil veces: a Unidos Podemos ni agua ("perdimos votos en las generales por no dejar suficientemente claro que nunca pactaríamos con Podemos"), a su izquierda el caos (que decían los guerristas, y quien se mueva no sale en la foto). El gobierno de Andalucía ha llegado a esperpentos como votar en contra de la Ley de Participación Ciudadana que ellos mismos promovieron y apoyaron cuando pactaron con IU.
Pero ya da igual: Susana debe pensar que si más del 40% de los votos gallegos van a un
amigo de narcotraficantes, por qué no le van a sostener a ella, hija política de corruptos presuntos, despilfarradores de cientos de millones de euros de los presupuestos públicos. Esto no es presunto, ya lo han reconocido , independientemente de que Chaves o Griñán sean condenados o no. Frente al populismo serio de Feijó porqué no va a seguir triunfando el populismo pachanguero de la virreina madre de Andalucía.
El próximo sábado 1 el Psoe se juega su futuro. Seguramente ni Pedro ni Susana serán sus secretarios generales en 2017. El PSOE adoptará una vía de compromiso, de pacto entre las familias, una tercera vía no visible (tal vez un Madina salvador). Pero, insisto, la ambigüedad puede alargarse pero no puede ser eterna.
Y realmente no hay mayoría de derechas en el partido socialista, a pesar de sus barones y de los poderes mediáticos.