1.- Sé breve: Una buena sinopsis no debería tener más de doscientas cincuenta palabras, así que es importante que conozcas los puntos principales de tu historia para poder presentárselos a los lectores de forma concisa.
2.- Céntrate en la trama principal de tu historia: Está muy relacionado con el punto anterior. Si empiezas a hablar de tramas secundarias, tu sinopsis será muy larga. Céntrate en lo verdaderamente importante de tu narración: personaje principal + trama principal.
3.- Muestra claramente el conflicto principal de tu historia: El conflicto es la cuestión a resolver en tu novela, el enfrentamiento entre protagonista y antagonista; cuanto más interesante sea este, más atraparás al lector. Debes mostrarlo en la sinopsis precisamente para enganchar al lector.
4.- Empieza con una frase impactante: Plantea una situación interesante, algo que puede enlazar al lector con el personaje. Una regla de oro: La sinopsis debe enganchar desde la primera frase.
5- Evita perderte en generalidades: Muestra puntos clave de tu trama. Presenta el personaje principal en situaciones difíciles. ¡Pero ten cuidado de no desvelar más de la cuenta!
6.- Apela a los sentimientos: El fin de toda novela es crear emociones en el lector. Ese trabajo debe empezar en la sinopsis. Consigue que el lector sufra, o se enamore, o se indigne, o cualquier otra cosa, desde la sinopsis.
7.- Usa un lenguaje directo: En la sinopsis no tienes que enamorar al lector con recursos literarios. Tienes que enamorarlo de la historia. Cuanto más directo seas, mejor llegará el mensaje al lector.
8.- No olvides el objetivo de la sinopsis: Lo que pretendes con la sinopsis es que el lector quiera leer más. Por tanto, plantea cuestiones a resolver, (no tiene por qué ser directamente por medio de preguntas), pero no ofrezcas las respuestas.