Los dos puntos más importantes son investigar sobre el comportamiento actual de los adolescentes para asegurarse de que la forma en que los personajes hablan o piensan es creíble, y escribir en 1ª persona porque este tipo de narración ofrece lo que parece un método fácil de meterse dentro del protagonista y otorgar mayor contenido emocional a la historia.
Escribir una novela de este tipo implica tener claros tres aspectos elementales de la historia: personajes, ambientes y argumentos. Él o la protagonista de la historia debe ser un adolescente, que va en edades desde los 14 hasta los 17 años. El ambiente puede ser cualquiera, desde el living de la casa hasta un imperio interplanetario. El argumento puede ser cualquiera, siempre y cuando permita al protagonista crecer y resolver sus problemas.
Escribir un libro juvenil consiste en escribir una historia acerca de adolescentes (que habitan en un mundo por conocer) y que se ven enfrentados a desafíos que deben cumplir (objetivos) sorteando los obstáculos que impone su propia juventud, en la que no puede faltar el romance.
Teniendo claro estos puntos, los elementos obligatorios de una novela juvenil son los siguientes:
1.- Protagonista adolescente: Si es mujer, será una historia cargada de romance y análisis (introspección / interior). Si es hombre, será una historia cargada de acción e indagación (investigación / exterior).
2.- Los adultos son obstáculos en los objetivos del/la Protagonista.
3.- Debe haber romance, relaciones de amistad y familiares.
4.- Todo se vive con intensidad, por primera vez.
5.- Adentrarse en los aspectos emocionales de la vida de tus personajes.
6.- La historia progresa en cada página, hacia su clímax.
7.- Sexo (sí, porque los adolescentes piensan en esto al menos una vez cada hora mientras están despiertos). Ha de tratarse de manera sutil.
¡Si te animas a escribir una novela de este tipo, cuenta con nosotros para publicarla! ¡Suerte!