Como ya hicimos en 2014, vamos a repasar el estado de los bosques a nivel mundial de mano de una guía excelente editada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los bosques y la gestión forestal han cambiado de forma notable a lo largo de los últimos 25 años. En conjunto, los resultados conseguidos durante este periodo han sido positivos. A pesar de que, a nivel mundial la superficie de bosques continúa contrayéndose a medida que el crecimiento de las poblaciones humanas prosigue y la demanda de alimentos y tierras se intensifica, la tasa de pérdida neta de bosques ha disminuido en más de un 50%.
Al mismo tiempo, la atención de que ha sido objeto la gestión forestal sostenible nunca ha sido tan intensa: más tierras se designan como bosques permanentes, las labores de medición, monitoreo, reporte y planificación se han ido multiplicando, la implicación de las partes interesadas se ha generalizado, y el marco jurídico que ampara la gestión forestal sostenible ha llegado a tener alcance casi universal. A la conservación de la biodiversidad se van destinando superficies siempre más extensas, al mismo tiempo que los bosques van satisfaciendo una demanda siempre mayor de productos y servicios forestales.
En 1990, el mundo tenía 4.128 millones de hectáreas de bosque. En 2015 esa área había disminuido a 3.999 millones de hectáreas. Este es un cambio de 31,6% de la superficie mundial de tierras de 1990 al 30,6% en 2015. Sin embargo, la deforestación, o conversión forestal, es un fenómeno más complicado de lo que esa disminución pareciera indicar.
A nivel mundial, las ganancias y pérdidas de bosque ocurren de manera continua y son muy difíciles de seguir exhaustivamente, incluso mediante imágenes satelitales de alta resolución. La dinámica del cambio de la superficie de los bosques naturales y de los bosques plantados es muy diferenciada y varía drásticamente en función de las circunstancias nacionales y de los tipos de bosque.
Los cambios en el bosque se pueden describir como un proceso de ganancias (expansión del bosque) y de pérdidas (deforestación)
El cambio en el área total de bosque proporciona un cuadro de cómo están cambiando todos los recursos forestales en conjunto. El cambio en los bosques naturales es quizás un indicador más adecuado de la dinámica del hábitat natural y de la biodiversidad. El cambio en los bosques plantados permite comprender las modificaciones en la composición de productos forestales procedentes de los bosques naturales y plantados.
Desde 1990 a 2015 ha habido una pérdida neta de unos 129 millones de hectáreas de bosque (natural y plantado), que representa una tasa anual de –0,13% y una superficie total del tamaño aproximado de Sudáfrica. Con todo, este decremento se ha de entender en un contexto específico: la tasa anual de pérdida ha disminuido de –0,18% en el decenio de 1990 a –0,08% durante el último quinquenio.
Entre 2010 y 2015 hubo una pérdida anual de 7,6 millones de hectáreas y una ganancia anual de 4,3 millones de hectáreas por año, lo que equivale a un decremento neto anual del área de bosque de 3,3 millones de hectáreas por año.
La pérdida más grande de superficie de bosques ocurrió en los trópicos, especialmente en Sudamérica y en África, aunque la tasa de pérdida en esas regiones ha disminuido sustancialmente en los últimos cinco años. El área de bosque promedio per cápita ha pasado de 0,8 a 0,6 hectáreas por persona entre 1990 y 2015. Si bien la contracción del área per cápita es más acentuada en las zonas tropicales y subtropicales, dicho fenómeno se está produciendo en cada una de las zonas ecológicas (salvo en la templada), conforme las poblaciones aumentan en número y las tierras cubiertas de bosque se convierten en tierras agrícolas o se destinan a otros usos.
El grueso del bosque mundial es bosque natural, y su extensión equivale al 93% de la superficie de bosques del planeta, ó 3,7 billones de hectáreas en 2015
Entre 2010 y 2015 los bosques naturales disminuyeron en 6,6 millones de hectáreas netas al año (8,8 millones de hectáreas de pérdida y 2,2 millones de hectáreas de ganancia). En términos de pérdida neta anual, esto supone una reducción de 8,5 millones de hectáreas por año (de 1990 a 2000) a 6,6 millones de hectáreas por año (de 2010 a 2015). Aunque la Evaluación de los recursos forestales mundiales no informa de modo directo de la deforestación debido a las dificultades que supone la compilación de estadísticas sobre deforestación, la superficie de bosque natural perdida resulta ser un indicador sustitutivo muy adecuado.
La mayor parte de los bosques naturales corresponde a otros bosques regenerados de manera natural (65%). El 35% restante se declara en los informes como bosque primario. Desde 1990, 38 millones de hectáreas de bosque primario figuran, en los informes que los países presentan todos los años, como bosques modificados o talados (aunque no todos los países presentan informes cada año).
Esto no quiere decir necesariamente que esos bosques se hayan convertido en tierras destinadas a otros usos. El bosque primario, que es modificado pero no talado, termina en la clase de otros bosques regenerados de manera natural (bosques secundarios) y en algunos casos en la de bosques plantados. La superficie total de bosques primarios declarada ha aumentado entre 1990 y 2015, debido principalmente a que un mayor número de países incluyen ahora en sus informes dicha característica forestal.
Algunos países han comunicado aumentos en la extensión de bosques primarios de resultas de la reclasificación de sus bosques maduros (por ejemplo, Costa Rica, los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, Japón y Malasia)
La superficie de bosque plantado ha aumentado en más de 110 millones de hectáreas desde 1990 y representa el 7 % de la superficie de bosque mundial. La tasa media anual de incremento entre 1990 y 2000 fue de 3,6 millones de hectáreas. La tasa alcanzó su máximo nivel y llegó a 5,2 millones de hectáreas por año en el período 2000-2010, para luego disminuir a 3,1 millones de hectáreas (2010-2015) por año, conforme se reducía la plantación en Asia oriental, Asia meridional y sudoriental, Europa y Norteamérica. Durante este período, la superficie de bosques plantados se acrecentó en 3,1 millones de hectáreas netas por año (con una ganancia de 3,5 millones de hectáreas de bosques plantados, y una pérdida de 0,4 millones de hectáreas).
Podéis acceder a la Guía completa de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) de donde procede este extracto, y que está disponible en nuestro fondo documental ecointeligente o desde este enlace: Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015.
El artículo ¿Cómo están cambiando los bosques del mundo? (1) aparece primero en ecointeligencia - ponte al día en diseño sostenible!.