Cómo evitar el sobrecalentamiento de los frenos de disco

Por Rafael @merkabici

La implantación hace ya unos años de los frenos de disco en las bicicletas de montaña ha supuesto un plus sobre todo en seguridad. Además, a día de hoy prácticamente todas las bicicletas de montaña, desde la gama media baja en adelante vienen montadas con frenos de disco.

Con los frenos de disco la potencia de frenada ha aumentado considerablemente y con ello la seguridad. No obstante, en determinadas situaciones los frenos de disco pierden eficacia de frenado, y ello puede deberse a diferentes problemas, como puede ser una avería en el sistema o el problema más habitual, que es el sobrecalentamiento de los discos.

La principal medida para evitar que se sobrecalienten los frenos es hacer un uso moderado de ellos, pero evidentemente en muchas ocasiones no es posible, sobre todo en disciplinas como el enduro o el descenso, donde la actuación correcta de los frenos de disco es indispensable para no tener sustos desagradables.

En este artículo vamos a dar una serie de consejos para que nuestros frenos tengan una eficacia del 100%, ya que no sabemos cuándo necesitaremos que estén a tope.

Para empezar, no es aconsejable la utilización de pastillas de freno que sean metálicas. Recordemos que existen tres tipos de pastillas de freno en el mercado, las orgánicas, semimetálicas y las metálicas. Éstas últimas son las que ofrecen una mayor durabilidad y las que mejor aguantan las altas temperaturas. Sin embargo estas pastillas son las que transfieren una mayor cantidad de calor al disco de freno, y como el disco se caliente en exceso perderemos potencia de frenado.

Si generalmente no hacemos un uso exahustivo de los frenos no pasa nada por montar pastillas metálicas, pero lo ideal para que no se caliente el disco son las semimetálicas o las orgánicas. Entre estas dos últimas las orgánicas son las que menos calor van a transmitir a los discos de freno, por lo que si generalmente hacemos un uso intensivo de los frenos son más pastillas más recomendables.

No obstante, puede que incluso utilizando las pastillas orgánicas los discos se calienten en exceso. Para ello la solución que existe son pastillas con disipador de calor. Marcas como Shimano o Alligator tienen entre sus productos pastillas orgánicas con disipadores de calor de aluminio integrados. Con ello se consigue que no se alcancen temperaturas excesivamente elevados cuando se hace un uso intensivo de los frenos.

Si aun habiendo montado pastillas orgánicas con disipador de calor nuestros discos de freno se siguen sobrecalentado, la opción sería montar unos discos de mayor diámetro. Cuanto mayor sea el diámetro de los discos, éstos tendrán más superficie y por lo tanto disiparán mejor el calor. Además necesitaremos menor potencia para conseguir frenar. Lo que tenemos que tener en cuenta es cuál es el diámetro máximo de disco que soporta nuestra bicicleta.

Y si hemos realizado todo lo anterior y nuestros discos se siguen sobrecalentando y perdemos eficacia de frenado, es posible que tengamos algún tipo de avería en el propio sistema hidráulico de frenado. Puede que haya alguna fuga imperceptible en el circuito que esté afectando al correcto funcionamiento de los frenos. Y puede también que el aceite del circuito hidráulico esté en mal estado porque haya perdido propiedades y haya que cambiarlo. En estos casos lo mejor es acudir a nuestra tienda de confianza para que nos solucionen el problema.

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