Después de tres meses entrenando cinco o seis días a la semana, llega el momento clave: el de la competición. Has analizado milimétricamente el recorrido, te has preparado a conciencia para superar cada una de las dificultades que plantea y has alcanzado un estado de forma que es superior al que exige esa prueba. Sin embargo, llega el día anunciado y fracasas. Durante los primeros kilómetros notas pesadez de piernas o, cuando llega el momento de incrementar el ritmo y dar lo mejor de ti mismo, ves que no tiras hacia adelante.
Esta situación resulta más normal de lo que pueda parecer en la práctica cicloturística. Para evitar que te ocurra, en este artículo te proponemos algunos consejos para evitar que, cuando llegue el día D, la jornada clave, la fecha señalada, te desinfles como un globo. En definitiva, para ayudarte a dar lo mejor de ti mismo.
¿Cómo rendir al máximo nivel en la competición?
Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de prepararte para una competición cicloturista es las características del recorrido. ¿Es una prueba de fondo que requiere resistencia? ¿Se trata de una carrera corta en la que es más importante tu capacidad de explosión? ¿Cuántos días dura? ¿Tiene pruebas contra el tiempo? ¿Requiere rodar en llano o ascender duras cotas?
En función de eso, debes trazar un plan de entrenamiento adecuado. En la web de Chema Arguedas, puedes encontrar algunos consejos sobre los programas de entrenamiento a seguir para estar capacitado para obtener buenos resultados en diferentes competiciones. Ahora bien, ten en cuenta que casi cualquiera de ellos requerirá que dediques unas semanas a ponerte a tono y tengas cierta disciplina para coger la bicicleta.
La dieta: un factor clave
La dieta que sigas durante esas semanas será fundamental para ayudarte a dar el máximo sobre la bicicleta. Recuerda que debe ser equilibrada y que debe contener un porcentaje importante de hidratos de carbono de los que puede aprovechar tu cuerpo de una mayor forma (incluso en forma de suplemento). De ese modo, tus músculos estarán más acondicionados para realizar esfuerzos y alcanzarás resultados más satisfactorios.
Por otra parte, resulta fundamental que el día previo a la competición y el día en que se celebre la misma elijas de forma minuciosa todo lo que te lleves a la boca. Porque, por ejemplo, si ingieres alimentos ricos en grasas (ojo con la leche entera), notarás que la pesadez de piernas sobreviene antes, o que el estómago se convierte en una losa. Y si consumes algún alimento que no conoces cómo puede sentarte, podría provocarte molestias gastrointestinales que arruinarán tu rendimiento.
Aliméntate y bebe durante la carrera
Los ciclistas no somos como los automóviles, es decir, no nos movemos por combustible. Pero si se gastan las reservas de nuestros depósitos de agua y nutrientes, nos quedaremos igual de parados que los primeros. De ahí que resulte fundamental beber agua y comer durante la carrera para que no nos machaque el famoso “tío del mazo”.
¿Cuál es la cantidad de líquido recomendable? Calcula que aproximadamente uno o dos bidones por hora, un poco más si has ingerido café, pues la cafeína hace que el cuerpo se deshidrate con una mayor celeridad. En el caso de la comida, no cometas el error de conformarte con una barrita energética o de optar por alimentos grasos -como puede ser el tan recurrente sandwich mixto-. Aquí puedes recurrir a frutas como el plátano o a algún suplemento de hidratos de carbono.
Hablando claro: no te cebes
En las marchas cicloturistas siempre se suele encontrar al típico grupo de especialistas que pasan delante nuestro como un tiro desde los primeros kilómetros de la carrera para liderar el grupo principal, sin aparente dificultad. Los que quieran optar a la victoria, tarde o temprano atacarán y, si su preparación ha sido la correcta y su estrategia funciona, vencerán.
Un error muy común de los cicloturistas amateur es el ponerse a rueda de estos “pros”, con la filosofía de que, de ese modo, batirán sus registros. Craso error. Todo lo que sea estar muy por encima del ritmo que has marcado durante tus entrenamientos será un error y te llevará a explotar tarde o temprano, durante el recorrido. Sigue tu ritmo, vigila que te encuentras dentro de tu umbral y no realices esfuerzos mayores que los que has realizado en el periodo de preparación y tus resultados serán mucho mejores.