Cómo evitar la dependencia emocional?

Por Vero_loventine @loventine

La dependencia emocional es un estado psicológico muy frecuente en las relaciones de pareja. En esos casos uno de los dos miembros se somete al otro y lo idealiza, generando un vínculo enfermizo y destructivo donde, pese al sufrimiento, al dependiente le es imposible abandonar a la otra persona. Lo que pasa es que quien es dependiente, además, sufre miedo a la soledad y a la ruptura.

Para que una relación de pareja sea verdaderamente sana, debe ocurrir todo lo contrario a lo que describimos arriba. Ninguno debe depender del otro y cada uno debe contar con su espacio personal para desarrollarse plenamente. Para lograrlo, hay diferentes estrategias.

Se puede evitar la dependencia emocional?

Para no sufrir de este problema que infecta hasta a la mejor relación, lo principal es potenciar tanto tu autonomía como la de tu pareja. Está bien que ahora piensen por los dos y actúen en equipo, pero es importante que no se olviden de desarrollarse cada uno particularmente. De hecho, hay muchos planes de vida que pueden no incluir a tu pareja, sino sólo a ti mismo,o  a tus amigos, familiares y/o compañeros de trabajo.

Por otro lado, tampoco es bueno que acomodes toda tu vida en torno a tu pareja. Está bien pasar tiempo juntos, pero tampoco es cuestión de que vivas para el otro. ¿Quieres ir de compras o cenar con tus amigas? Pon fecha, hora y lugar sin dar tantas vueltas. Tu sigues siendo quien maneja tu vida.

Además, los amigos son un tesoro que debe ser cuidado porque sino puede dañarse. Nunca debes reducir el mundo a tu pareja porque no sabes que depara el futuro. De hecho, si luego rompen y tu te has alejado mucho de tus amigas/os, probablemente te encuentres muy solo. Por eso, amor y amistad deben estar en perfecto equilibrio y no sacrificarse uno en favor del otro.

Un pensamiento positivo también ayuda en estas situaciones. Caso contrario, creerás que siempre necesitas del otro para ser feliz y triunfar en la vida. La idea es que te mentalices que eres fuerte, feliz y capaz de conseguirlo todo, estés solo o acompañado. Los pensamientos negativos sólo distorsionan la realidad y hacen que tu confianza mengue; incluso puedes llegar a sufrir autoanulación, lo que implica renunciar a ser tu mismo.

El respeto, hacía ti y hacia tu pareja, es otro elemento que no puede faltar. Esto empieza por quererte y aceptarte tal como eres, para reconocer que tienes cualidades y que deben ser explotadas. Lo siguiente es actuar en función a ese pensamiento y no dejarte opacar y asfixiar por tu pareja. Es decir, para hacerte valorar debes primero valorarte tu mismo.

Esto último es muy importante porque la dependencia suele ser un problema de autoestima, ya que quien se quiere poco pone su valor en manos de otra persona. De hecho, esas personas sienten que no puede ser felices por si misma y que el otro debe ayudarlas a lograrlo. Esto genera entonces una necesidad constante y “voraz” de estar con el compañero, la cual traspasa todo umbral de lo normal.

Pero ¿cómo aprender a quererse? Pues para eso es esencial pasar tiempo con unos mismo reflexionando sobre la propia personalidad, pero también divirtiéndote y disfrutando de la vida. De esa forma notarás que no necesitas obligatoriamente de los demás para estar bien. Además, esto te ayudará a entender que estar en pareja no es fusionarse.

Una buena manera de poner esta independencia en práctica es realizar actividades por tu cuenta, como ir al gimnasio, caminar, hacer alguna actividad artística, etc. Siempre que impliquen que tu tomes las decisiones, será de gran ayuda para evitar ser dependiente de tu pareja.

Trabajando en pareja

Pero más allá de poner en práctica todos los consejos anteriores, que te involucran sólo a ti como sujeto individual, es importante que dialogues con tu pareja respecto a este asunto.

En primer lugar porque es importante que se pongan límites. Es decir, que ambos señalen claramente hasta dónde llega el espacio común y dónde comienza el personal de cada uno, para evitar invasiones y posibles conflictos. Está conversación es complicada, pero si se aborda con madurez y ambos se quieren de verdad, no tiene porque resultar mal.

Por otro lado, porque también es importante escuchar lo que el otro tiene para decir al respecto. Tal vez el control que ejerce lo hace sin darse cuenta, o porque siente que tu también te comportas de esa manera. En estos casos es importante expresarse claramente y escuchar con la mente y con el corazón para llegar al equilibrio.

El objetivo de todo esto es que ambos aprendan a funcionar como un equipo, pero siempre respetado el espacio personal del otro y su deseo de desarrollarse como individuo. Además, les enseñará a tomar decisiones juntos sin que uno mande sobre el otro.

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