¿Cómo evitar las rozaduras de los zapatos?

Publicado el 06 julio 2011 por Campanilla
  Cuando llega el buen tiempo y lucimos nuestras bonitas sandalias, nuestros pies sufren. Sufren tanto que aparecen las temidas rozaduras, heridas y ampollas. 
Las rozaduras son heridas superficiales de la piel que se producen cuando hay un desprendimiento de la epidermis y de alguna porción de la dermis. Se producen por un continuo roce o contacto con objetos duros o blandos y nuestra piel. 

¿Qué hacer para evitar las horribles rozaduras?
En primer lugar debes utilizar el sentido común. Antes de comprar un zapato asegúrate de que tenga una buena horma y que tu pie se adapte perfectamente a ella. Si no es así, ese zapato tiene muchas posibilidades de hacerte daño.

Un truco para evitar que te salgan es darte una crema protectora que esté hecha con óxido de zinc, previenen de maravilla las rozaduras. También puedes aplicarte vaselina en la zona donde te va a rozar el zapato, esto creará una fina película protectora que protegerá tu piel del zapato.

Si no sufres de rozaduras, y lo que te molesta es la planta del pie porque sueles llevar taconazos, coloca una plantilla de silicona. Esto te ayudará a evitar molestias con los zapatos. Pero asegúrate antes de salir a la calle que tu pie no resbale al utilizarlas.

Unta tus zapatos con crema hidratante (tipo Nivea de la cajita azul). Su textura hará que el calzado se ablande y que tu pie se sienta más cómodo a la hora de usarlos.Pero este truco sólo funciona si tus zapatos son de piel.

Una manera fácil para moldear tus zapatos es humedecer su interior con alcohol. Una vez lo hayas hecho, intenta caminar con ellos hasta que tu pie se adapte a la perfección.

Aunque parezca mentira, aplicar frío a tu calzado puede darte muy buenos resultados. Introduce tus zapatos en una bolsa de plástico y después mételos durante uno hora más o menos al congelador. Cuando los saques, póntelos y se amoldarán a tus pies.

Por último, no debes olvidar el "consejo de la abuela": no salgas nunca a la calle con unos zapatos nuevos sin antes haberlos probado en casa. Este truco no asegura que no te hagan rozadura, pero sí sabrás a lo que atenerte.