Prepara una cucharada de miel, otra de leche y otra de café molido. Mezcla estos tres ingredientes muy bien, hasta que el café se haya amalgamaado por completo y se consiga una pasta homogénea. Aplícalo sobre el rostro húmedo a base de suaves movimientos circulares y durante tres minutos, ,como si estuvieses dando un masaje. Por último, enjuágate...y tendrás unos resultados realmente sorprendentes.