Cómo fue la transición del cine mudo al cine sonoro

Publicado el 31 marzo 2015 por Albertoiglesiasfraga @revistaroulette

El cine por un tiempo fue apreciado como una captación menor, incluso como un número de feria o un espectáculo de circo. Además, la técnica no había solucionado el problema del sonido,  motivo por el que las funciones incluían un piano y un narrador.

Pero en este tiempo surgieron la mayoría de los géneros cinematográficos  (ciencia ficción, históricas o de época); el género de la comedia musical, no  surgió hasta el invención del cine sonoro. El cine sonoro es aquel que escolta a las películas con sonido sincronizado o tecnológicamente aparejado con la imagen. Por su parte el cine mudo es  aquel que carece sonido, basándose únicamente en imágenes. Cuando no  existía el cine sonoro los directores (de cine) y proyectistas se habían  preocupado de crearlo, pues el cine nace con ese empeño. Hacia el año 1926, el cine mudo había alcanzado un gran nivel de desarrollo en la imagen y movimiento de la cámara.

En el cambio al sonoro Chaplin decidió no renunciar el cine mudo, porque  pensaba que si cambiaba sería su fin, por lo que sus películas perdieron un  poco el atractivo frente a las nuevas películas sonoras que emprendieron a  producirse a partir de 1929. No quería que su personaje, Charlot, que había  creado con tanto trabajo, hablara. De hecho, aunque El gran dictador (The Great Dictator) y en Candilejas Chaplin sí habla, el personaje del vagabundo  Charlot nunca lo hizo en una película, ni siquiera en Tiempos Modernos donde
el resto de los personajes sí lo hacen. Chaplin rodó ‘Luces de la ciudad’ como  película muda, pero con música grabada dentro de la película, compuesta por  él mismo. La banda sonora incluía una versión instrumental de La violetera del  español maestro Padilla.

Chaplin había conocido esta canción en la voz de  Raquel Meller, que entonces triunfaba en los Estados Unidos y a quien deseó  incluir como protagonista femenina (sin conseguirlo). En 1936, es la última  película en la que aparece Charlot como personaje. Aunque es una película  sonora, en realidad su personaje no habla demasiado, y sigue manteniendo el  lema de las demás películas mudas. Los sectores del cine en Estados Unidos  se enfadaron con esta película, que es considerada una de las obras maestras de la historia del cine.

Los primeros experimentos con el sonido en el cine llegaron de la mano del  físico francés Démeny, quien en 1893 inventó la fotografía parlante. En 1918,  se invento el sistema sonoro Tri-Ergon, que permitía la grabación en directo. Por su parte, los estudios Warner Bross, en 1927, se encontraban en una situación  financiera delicada y apostaron por integrar el nuevo sistema de sonido. Al ver  que tenían tanto éxito, todas las compañías cinematográficas empezaron a  experimentar con el cine sonoro y el cine mudo quedó olvidado.

La aparición del cine sonoro introdujo grandes cambios, por ejemplo: la cámara  perdió movilidad quedando en la posición fija del cine primitivo y la imagen  perdió parte de su importancia cediéndole ésta al diálogo. El cine sonoro hizo que la función que cumplía el conjunto musical al  acompañar al cine mudo desapareciera. El silencio cobra importancia como  nuevo elemento dramático por el cine mudo. Se introduce el concepto de  banda sonora (composición musical que acompaña a las películas).

ARTÍCULO FIRMADO POR ANDRÉS CAMPOS
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