Es por esta razón que queremos tratar el tema acerca del funcionamiento y desarrollo cotidiano del sistema financiero, de manera que se tenga una perspectiva amplificada de los agentes que tienen incidencia y sus roles en todo el conglomerado de instituciones que lo componen.
La estructura financiera de una nación está compuesta en dos grandes partes: Entes Reguladores y Entidades financieras. Sin embargo para entender el funcionamiento del sistema es necesario definir la estructura. Y la misma inicia con el estado.
Las naciones están dividas en el sistema político gubernamental y estatal. En el primer caso tiene que ver con quienes están a cargo de dirigir los destinos de la nación, mientras que el estado es la base que sostiene toda la maquinaria del gobierno de turno. En ese sentido, el sistema financiero funciona desde el estado y es dirigido por la gobernación titular.
La razón de ser de esto es que debe existir una entidad con sentido de imparcialidad que regule y fiscalice a los actores que forma parte del escenario financiero nacional; en otras palabras, el gobierno es quien tiene que velar con la creación y cumplimiento de las normas con el fin de promover el sano crecimiento y desarrollo de la competitividad en el mercado. Velando por los intereses de cada una de las partes que lo componen.
Esto da pie a la creación de instituciones que sirvan como representantes que ejerzan dichas funciones regulativas dentro del sistema para que las entidades financieras tengan un marco de acción legal sobre el cual sustenten sus operaciones diarias.
Cada nación es la que tiene la prerrogativa de cómo estructurar su sistema financiero y cuáles las instituciones que la conformarán. Sin embargo existen una serie de elementos en común los cuales vamos a ver en esta entrega.
Como mencionamos, la estructura financiera está divida en dos grandes partes: Entes reguladores y entidades financieras. No obstante, dentro de cada una de ellas hay subdivisiones que le dan sentido a todo el sistema financiero.
Entidades reguladores
Usualmente existe una junta o consejo que es de donde emanan las distintas disposiciones normativas para todo el sistema, este puede estar compuesto por personas o bien por representantes de diferentes instituciones dentro del mismo sistema.
Debajo de la junta o consejo monetario está el banco central que es la institución que, en la mayoría de los países, ejerce como autoridad monetaria y como tal suele ser la encargada de la emisión del dinero legal y en general de diseñar y ejecutar la política monetaria del país al que pertenece[1]
Por lo tanto su función es determinante y clave dentro de todo el engranaje de esta maquinaria financiera, porque de él dependen que lo que se plantea en la junta o consejo se lleve a cabo. Adjunto de este existen otras entidades que variarían en función de cada país pero que en general son coadyuvantes dentro todo el sistema.
Dando paso a las entidades supervisoras o superintendencias que son las entidades que ejecutan las normativas en función del sector al que les es asignado. En ese sentido usualmente, aunque tienden a variar según cada país, los tres renglones principales son: Bancos, seguros y mercado de valores. Los cuales, dentro de los parámetros de las disposiciones emitidas por las autoridades competentes, crean reglamentos que se acoplen a las necesidades cada sector. Y como siempre, velando por el interés de cada una de las partes.
Entidades financieras
Las entidades financieras presentan una estructura más lineal, en donde se pueden ver los distintos tipos de servicios que ofrecen. En este caso, las entidades financieras se pudieran subdividir en bancarias y no bancarias. Las cuales se diferencia en la forma en que manejan los recursos económicos de sus usuarios.
Por ejemplo un banco busca resguardar los valores monetarios y proveer de créditos a sus clientes, mientras que un agente cambiario de divisas, aunque forma parte del sistema financiero, no es bancario y su misión es prestar servicio en el cambio de monedas nacionales por foráneas. O también el caso de corredores de bolsa, que buscan gestionar los capitales para las empresas públicas dentro del mercado bursátil.
El funcionamiento de todo el sistema se resume a la interconexión. La manera en que cada agente incide en toda estructura que sostiene los diferentes niveles que la componen. Por un lado tenemos los entes reguladores (Junta o consejo monetario, bancos centrales, superintendencias y otras que soportan como hacienda, impuestos, etc) que son quienes crean, ejecutan y fiscalizan las distintas normativas. Mientras que las entidades financieras, además de acatar las diferentes directrices, proveen de los servicios que buscan los usuarios.
Es por esta razón que tanto los entes reguladores como las entidades financieras están en una búsqueda constante de cómo fortalecer el sistema financiero implementando medidas de seguridad, ya que por la interconexión que existe se crea una dualidad; esto permite la estabilidad y fortaleza del sistema, pero al mismo tiempo es una debilidad, porque cuando alguna de las partes flaquea entonces las demás tienden a ser afectadas por ella.
No obstante, de forma general los diferentes países se fortalecen y buscan la manera de cómo evitar situaciones calamitosas. Por lo que podemos confiar en ellos e invertir los recursos que tenemos disponible.
En ese sentido, si le interesa profundizar en el tema de los sistemas financieros desde una perspectiva de la gestión financiera personal entonces le recomendamos adquirir el libro Las finanzas en una sociedad justa escrito por Robert J. Shiller haciendo clic en la imagen. Y si esta entrada te ha sido de utilidad compártela y comenta, tu aporte y opinión son de mucha importancia.
[1] Definición Banco Central Consultado 28-01-15