Todos conocemos el efecto que tiene la falta de sueño a la efectividad personal. Lo hemos vivido en primera persona, por ejemplo el día después de una fiesta.
En este artículo de Mariángeles García puedes aprender para qué sirve el sueño y por qué es tan importante dormir suficiente (y no es solo para ser más productivo).
Hay quien luchará contra la modorra con dosis de cafeína en vena, pero como recuerda Gartenberg, la naturaleza es sabia y conviene, de vez en cuando, ceder a sus imperativos. Si el cuerpo te pide siesta, dale el capricho. Al fin y al cabo, dice el conferenciante TED, no fuimos hechos para ser productivos ocho horas seguidas. Quizá la próxima lucha obrera gire en torno al derecho a dormir (bien) ocho horitas.