Tengo un amigo muy listo.
Pero muy listo, muy listo, muy listo.
Tan listo que duele.
Jode estar un rato con él porque es cuestión de tiempo que diga algo que me hará maldecir su maldita inteligencia. O mejor dicho, la mía.
Pero lo importante, lo que te estás preguntando. ¿Gana pasta?
Gana pasta. Abundante. Más pasta que yo y que casi cualquier persona que conozcas.
Pero eso va a cambiar.
La diferencia se ha ido acortando desde que le conocí y hoy es mínima. En unos meses ganaré más pasta que uno de los tipos más inteligente que conozco.
¿Y cómo es posible?
Pues porque soy más corto pero hago más, pruebo más. Eso es algo en lo que no me puedes ganar. Lo pruebo todo.
Porque el talento se puede compensar con fuerza bruta. Entonces, yo opero bajo el critero llamado suspensión de inteligencia. No sé nada, no entiendo nada.
Lo pruebo todo y hecho eso, meto la poca inteligencia que tengo, para entender la conversación del mercado.
La entiendo, potencio lo que funciona y lo multiplico hasta saturarlo.
Prospección, negociación, cierre. Da igual, lo hago con todo.
En los últimos doce meses he probado cosas que a una persona normal le llevaría años probar, por dinero, por tiempo. He invertido cantidades ingentes de ambos.
En 2026 multiplicaré mis ventas por dos, como mínimo, y adelantaré en ingresos al tipo más inteligente que conozco en persona.
Y eso te lo cuento en el newsletter, para que puedas empezar desde ahí. Para que te saltes años de pruebas que posiblemente ni siquiera llegarías a hacer:
Acepto la política de privacidadLa entrada Cómo ganar a alguien más inteligente que tú se publicó primero en Luis Monge Malo.