Algunos de vosotros me habéis preguntado por qué he bajado el ritmo de publicación en el blog, ya que llevo desde el jueves sin publicar ningún artículo. Me llena de orgullo saber que los que me leéis os preocupáis por lo que pueda estar haciendo o los motivos de estar unos cuantos días en silencio. No os preocupéis, este pequeño parón ha sido por cuestiones de trabajo.
El motivo es que no paro. Hay una frase de mi amigo Paco Viudes que dice algo así como “Si te quedas quieto, te disparan”. Y no puedo estar más de acuerdo. Entre mis clientes, ponencias, cursos, eventos, proyectos, colaboraciones y demás, se me han acumulado muchas tareas y he necesitado un tiempo para mí y para poner las cosas en orden. Sigo con trabajo acumulado, pero poco a poco y priorizando temas irán saliendo uno a uno.
Además se acercan cambios en el blog. Pero de momento no adelantaré nada, cuando el tema esté más avanzado os podré ir desvelando información.
Hablando con un amigo de confianza me dijo que no entendía de dónde podía sacar tantas ideas para mis proyectos. Es curioso porque bajo mi punto de vista, la generación de ideas es un hábito que se puede cosechar y desarrollar. Todo el mundo puede tener buenas ideas, no me cabe la menor duda, el problema es que muchas veces esas ideas no llegan cuando tú las buscas. No sería la primera vez que estando en la ducha me he tenido que salir a apuntar en un papel algo creyendo tener la idea del siglo.
La generación de ideas es aplicable en innumerables aspectos tanto de tu vida profesional como de tu vida personal, y desarrollar el hábito te puede ser muy útil en tu día a día. Por poner un ejemplo, el hecho de pensar en un nombre para un dominio web puede ser un buen ejercicio para poner en práctica dicho hábito. Del mismo modo, la búsqueda de temas para tus artículos, la generación de ideas de negocios o la elección de un nombre para tu proyecto.
Lo malo es que si no ejercitas este hábito llega un momento en el que se atrofia. En mi caso, cuando llevo un tiempo sin escribir artículos, luego me cuesta mucho más plasmar mis ideas. Un artículo que normalmente me puede llevar 1 hora escribir, podría llevarme el doble de tiempo, e incluso acabarlo y no estar satisfecho del todo con el resultado obtenido.
Cómo estimular el hábito de generar buenas ideas
A continuación quiero explicarte de qué modo intento yo forzar mi hábito para generar ideas:
1. Leyendo
Es increíble la cantidad de cosas que se te pasan por la cabeza cuando lees. Cada noche antes de dormir me gusta leer algunos libros. Hace tiempo cuando empezaba un libro, si no me gustaba pero ya lo tenía empezado me obligaba a mí mismo a acabarlo. Si no lo acababa me sentía mal conmigo mismo, por empezarlo y dejarlo a medias. Además era monógamo, me casaba con él y no pasaba a otro libro hasta leerme la última página. Pero desde hace ya unos meses he cambiado mi hábito. Ahora tengo 2 o 3 libros en la mesita de noche y paso de uno a otro según el día. Intento no dejar uno demasiado tiempo para no olvidar el hilo. La cuestión es que si un libro no me convence ahora lo dejo a medias y empiezo otro que realmente me pueda aportar algo. No tengo tiempo que perder.
Algo que me está funcionando últimamente es leer libros de diferentes temáticas. Es una forma de desconectar de la temática principal con la que más conectas. En mi caso son los libros de marketing los que me absorben, pero cada vez más intento introducir otras temáticas que me ayudan a evitar el monotema en mi lectura.
2. Escribir listas de ideas
Leí una vez que una buena forma de generar ideas es obligarte a escribir listas de 5 puntos cada 2 o 3 días. Al principio cuesta mucho; realmente es un ejercicio que hasta que no adquieres la práctica puede ser incluso aburrido, porque basta que quieras que te llegue la inspiración para quedarte en blanco. Pero a medida que vas adquiriendo el hábito las ideas van surgiendo solas. Poco a poco vas viendo como escribir esas 5 ideas no te cuesta tanto esfuerzo.
3. Hablando con otras personas
No se trata de hacer un brainstorm, se trata de hablar con personas que no tengan nada que ver con tu ámbito. Dicen que si dos personas piensan igual, es que una sobra. Tiene mucho sentido ¿no crees? Hablando con gente que nada o poco tenga en común contigo puede ser una buena forma de generar ideas. En este caso deberás estar muy atento porque las ideas se pueden presentar ante ti y que tú no seas capaz de identificarlas porque inconscientemente no crees que ese contexto pueda surgir una oportunidad. Has de estar siempre con los ojos bien abiertos.
4. Desconectando
A veces es necesario dejar de pensar para que la inspiración llegue. Creo que por ese motivo me llegan ideas al estar en la ducha. Tu mente consciente deja de pensar durante un rato, pero tu subconsciente hace su trabajo y da con la clave cuando tú ya no piensas en eso. Es como adquirir un nuevo punto de vista, alejarse de la situación en la que estás te puede dar una nueva visión de ese panorama. Actividades como hacer deporte, la lectura, pasear o meditar te pueden ser muy útiles para generar nuevas ideas.
Estos son los métodos que yo utilizo personalmente para generar ideas. ¿Cuál es tu método? Dentro de unos días te explicaré algunos de los proyectos en los que estoy metido y que quizás te puedan interesar o incluso podamos colaborar juntos.