El Partido Comunista no cree en Dios, pues adopta como guía ideológica el materialismo dialéctico e histórico (incluido el ateísmo) y es contrario al idealismo. Entonces ¿cómo ha logrado el PCCh unir la voluntad y fuerza de los religiosos con los sectores no creyentes, para promover el desarrollo y construcción del país?
Esto se debe a que el Partido aplica sincera, total y acertadamente la política de libertad de credo. Puede persuadir con razonamientos a otros y a sí mismo de su sinceridad al aplicar medidas.
Primero, pone en práctica los puntos de vista fundamentales del Partido. A la vez que sostiene su plena convicción sobre los fundamentos de la realidad objetiva, la materia y el ser, también cree firmemente en las leyes internas que rigen el desarrollo y transformación de las cosas, desechando lo que las niegue. Fuera de la propia ideología, todo es objetivo, incluida la existencia misma de la religión, que tiene su origen en un hecho social derivado del fenómeno de la conciencia y sus leyes objetivas, independientes todas de la voluntad del hombre. La religión existirá durante largo tiempo en la sociedad socialista y su extinción podría tomar más tiempo ue el fin de las clases y el Estado. Como materialistas, debemos admitir y respetar esta realidad objetiva, y actuar a largo plazo y de acuerdo con la ley objetiva al tratar el tema religioso...
Segundo, es requisito fundamental del Partido servir al pueblo de todo corazón, o sea, en bien de la abrumadora mayoría de las masas populares, uniéndolas y apoyándose en ellas. Todos los esfuerzos del Partido están destinados a hacer realidad y a salvagurdar los derechos fundamentales de las amplias masas populares, incluido el derecho fundamental de libertad religiosa. Las masas populares, incluidos los creyentes, son creadores de riquezas materiales, y sus actividades prácticas constituyen la fuente y fuerza motriz del desarrollo de la civilización espiritual social. La coincidencia de los conceptos marxistas sobre religión y trabajo con las masas supone poner en práctica un trato correcto a los creyentes religiosos, creer en la capcidad autoliberadora de las masas populares y hacer todo lo posible por nuclearlas alrededor del Partido, para que luchen por sus propios intereses.
Tercero, se procura conducir la religión para que desempeñe un rol activo en nuestra sociedad. Como la religión existirá por un largo periodo de tiempo, e independientemente de la voluntad del hombre, es preciso ganarse el apoyo de los numerosos creyentes religiosos, que son parte de las masas populares, a la vez que nos apoyamos en ellos, esforzándonos por conjurar los posibles efectos negativos. Los ateos y los creyentes religiosos comparten idénticos intereses, y sus diferencias en lo ideológico y religioso pasan a un segundo lugar. Al persistir en la unidad y cooperación políticas y en el respeto mutuo a las creencias, se puede conseguir que la religión promueva la armonía social.
Y cuarto, se toma en cuenta la tradición cultural histórica de China, donde no hubo ningún régimen teocrático a escala nacional, ni guerras religiosas, como las ocurridas en Europa. China es un país que da importancia a la armonia y que aboga por la paz, otorgando especial importancia al legado cultural que favorece la multiplicación de la vida humana, según propugnan diversas doctrinas, escuelas éticas y artes religiosas, además de ser patrimonio de nuestra filosofía y civilización espiritual. La política de libertad de credo es resultado de nuestra tradición cultural histórica, además de avenirse con las aspiraciones de las masas populares no creyentes, que representan a la mayoría de la población china.
Los creyentes y los no creyentes viven en unidad y armonía, por lo que es posible afirmar que la religión está desempeñando un papel activo en la práctica. En contraste con el mundo actual, donde son comunes los “extremismos religiosos” y los “conflictos entre diferentes civilizaciones”, China se encuentra en una situación excelente, lo que constituye otro milagro que se suma a su extraordinario éxito económico.
Autor: Ye Xiaowen
Tomado de Pueblo en línea