Creo que una de las cosas comunes a todos los blogs, es el deseo de su autor de que su contenido, sus reflexiones, su trabajo y su dedicación, llegue a los demás. Si todos cumpliéramos esa premisa de “no, yo escribo para mí”, no tendríamos un blog abierto a todo aquel que quisiera acercarse a leer. Aunque en un principio tengamos la sensación de que escribimos para nosotros (porque no nos lee ni el Tato), lo cierto es que a medida que el blog avanza, que nuestra voz se define y que nuestro contenido se especializa, terminamos, necesariamente, escribiendo para los demás (lo que no quiere decir, ojo, que tengamos que traicionar el motivo principal por el que empezamos, nuestras ideas o nuestro estilo propio).
La clave para que un blog llegue a quien tiene que llegar (y más allá!) es que todo lo que forma parte de ese blog, desde el contenido hasta la última etiqueta o sección, sean comunicativos para aquellos que los leen. En definitiva, se trata de comunicar mejor cada vez, y de convertir nuestro blog en una herramienta que comunique, que diga algo sobre nosotros, sobre nuestra marca y sobre nuestro trabajo, que sea identificable y que la gente lo asocie con algo diferente que les gusta leer.
Hoy te traigo 5 formas de comunicar mejor con tu blog, para que deje de ser únicamente una plataforma y se transforme en una herramienta que diga aquello que tú quieres que trasladar a cualquiera que lo lea. Espero que te resulte útil ;)
1. Identifica a tu público:
De la misma forma que alguien que quiere lanzar una flecha necesita una diana en la que acertar, tú como autor necesitas dirigirte a un público objetivo. Tienes que saber quién es susceptible de recibir tus mensajes para comunicarlos acorde a los rasgos comunes que, siendo personas diferentes siempre, les definen como conjunto: su edad, sus gustos o los momentos vitales en los que se encuentran. Recuerda que identificar a tu lector ideal, hará que seas mucho más certero en tu contenido.
2. Saber escuchar:
En todo proceso de comunicación hay alguien que emite un mensaje (emisor) y otro alguien que lo recibe y lo procesa (receptor). Generalmente, tú como autor, eres el emisor de un mensaje que va hacia un receptor, que es quien te lee. Pero eso no tiene por qué ser así siempre. Muchas veces, como autor, deberás estar atento y receptivo a los mensajes que te lancen desde tu comunidad, desde críticas o sugerencias, hasta preguntas o ideas. Tienes que saber escuchar las inquietudes, las dudas y las curiosidades de tu receptor, para saber qué mensaje es el adecuado para transmitirle.
3. Elige bien tus palabras:
La semana pasada hablábamos de que en un blog, tan importante es lo que se dice como el cómo se dice. Te conté que el poder de las palabras es tal que, con pequeños ajustes de vocabulario y utilizando las palabras precisas, todo tu mundo (en este caso, todo tu contenido) podía cambiar por completo, del mismo modo que cambia la percepción que los demás tengan de ti y de lo que escribes. Échale un vistazo al post.
4. Haz preguntas:
No conviertas el trabajo en tu blog en un monólogo, sino más bien en un diálogo. Todo comunicador sabe lo importante que es hacer las preguntas precisas. Invita a tu comunidad a ser partícipe de aquello que tú escribes, pregúntales su opinión, pregúntales qué otras cosas les gustaría lee en tu blog, pregúntales si ellos añadirían o quitarían algo… Diálogo, diálogo, diálogo!
5. Mantén la coherencia con tu marca:
Hemos hablado muchas veces de lo importante que es gestionar nuestra marca personal, esa serie de rasgos de nuestra personalidad, de nuestra forma de hacer las cosas y de nuestra manera de ver o de tratar unos temas u otros, son los que al final forman parte de lo que somos y de la percepción que los demás tienen de nosotros. Hacer que tu blog se englobe dentro de tu marca, es alinearlo con tus valores y hacerlo coherente con aquellas cosas que te identifican y te diferencian. El reto está en convertirlo en parte protagonista de un todo que te identifique como autor.
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