Como hacer mostaza casera: Mostaza al aroma de Jerez y pimienta rosa

Por Capitan_rabano @pardeguindillas

Te guste más o te guste menos, lo cierto es que la salsa de mostaza es una de las más extendidas en todo el mundo y en mayor o menor medida, todos la utilizamos de vez en cuando y tenemos en casa algún bote, tarro o sobre de dicha salsa para acompañar nuestras comidas.
Ocurre que, en este friquismo gastronómico que a algunos nos invade, me he puesto a investigar en sabores y buscado retarme a mí mismo en aquella vieja máxima de "hazlo tu mismo", así, ¿por qué limitarnos a los sabores de salsas de mostaza que nos ofrecen las grandes marcas?, ¿por qué no aprender a hacer nuestra propia salsa y a personalizarla con nuestros aromas favoritos?.

Hoy os ofrecemos una receta-base para hacer una salsa de mostaza en casa que sirva para esa posterior personalización y, como ejemplo, os mostramos una salsa de mostaza al aroma de Jerez y pimienta rosa.
La elaboración es de lo más sencillo, lo que puede llegar a ser un poco más complicado es encontrar semillas de mostaza, pero cada vez es más fácil y quién más quien menos, todos tenemos al alcance de la mano un herbolario o una tienda especializada. Yo he encontrado esta marca que se vende en los espacios Gourmet de El Corte Inglés y como tengo uno a mano, pues me he hecho con algún bote, porque la mostaza en grano la estoy empezando a utilizar en algunas recetas muy interesantes.
Recuerda que la receta que os ofrecemos es una base sobre la que luego trabajar, por lo que te va a proporcionar una pasta muy densa y muy fuerte de sabor que deberás rebajar con agua y/o lo que se te ocurra para suavizar y perfumar.
¡Ah!, y no tengas prisa, hay que dejar reposar la mezcla de ingredientes unas 48 horas.


Ingredientes:
  • 60 gr. de mostaza en grano
  • 50 gr. de vino blanco
  • 50 gr. de vinagre
  • Una pizca de sal
  • Una cucharadita de azúcar moreno


Elaboración:
1.- Mezcla todos los ingredientes en un cuenco, séllalo con film transparente y guárdalo 48 horas en la nevera.
2.- Transcurridas las 48 horas, saca la mezcla de la nevera y tritura en una batidora. Verás que se hace una pasta espesa que tendrás que ir licuando hasta alcanzar la textura deseada (el color también variará en función de lo que utilices para rebajar y mezclar).
3.- En nuestro caso, hemos utilizado un vino de jerez y un vinagre de cava, porque uno de Jerez ya sería una pequeña bomba. Además, se ha añadido una cucharadita de pimienta rosa.
4.- Como el resultado fue muy espeso, incorporé unos 25 gr. de agua, aún está densa y fuerte (con los días baja la intensidad del sabor), ahora, basta muy poca cantidad para darle vida a una vinagreta o subir la temperatura de algún macerado.
Espero que os haya gustado y que lo pongáis en práctica.