Las proyecciones financieras son una de las principales herramientas que se utiliza en la gestión financiera efectiva. Con ella se logra escenificar las diferentes realidades que se pueden presentar en futuro y cómo pueden ser abordadas de para extraer de ellas las estrategias que se ajusten a la gestión personal como empresarial.
En ese sentido, queremos tratar el tema sobre cómo hacer proyecciones. De manera que se pueda utilizar esta herramienta para la optimización de los recursos económicos y como parte del proceso de planificación financiera.
La proyección financiera es una herramienta, que nos permite ver en números el futuro de la empresa.[1] En otras palabras, es la escenificación de una realidad posible, partiendo de una serie de supuestos que la sustentan.
Estos supuestos se sostienen sobre tres elementos básicos:
- Histórico: Informaciones compiladas a través que muestran el comportamiento tenido dentro de un período determinado. Y la manera en que se ha reaccionado ante las distintas situaciones, tanto de éxito como de fracaso.
- Tendencias: Es el comportamiento que se presume va a presentarse en el futuro
-
Tiempo: Es el espacio o rango de tiempo sobre el cual se desarrollarán las actividades futuras.
Cada uno de estos elementos se torna de gran importancia al momento de elaborar las proyecciones financieras, ya que sirven como punto de anclaje que adjunto de la experticia, permitirán crear los escenarios que estén más próximos a la realidad.
En ese tenor, es válido aclarar que este tipo de acciones en finanzas son aproximaciones a la realidad. Una proyección no es una profecía mítica del futuro, ni se va a presentar exactamente como se planteó; todo lo contrario, es probable que lo que se proyectó, aun habiéndolo hecho de la manera correcta, no coincida con la realidad.
La razón de ser de esto es que existen una serie de imponderables que son imposibles de abarcar, cuantificar y controlar dentro de la proyección.
Entonces, si esto es cierto ¿Por qué hacerla?
Porque aun exista una porción de incertidumbre dentro del proceso proyectivo, cuando se elaboran brindan una panorámica de qué se puede esperar que suceda ante las variables que usualmente se presentan durante algún proyecto determinado, ya sea personal como empresarial. En otras palabras, la creación de una proyección financiera da la oportunidad de enmarcar o parametrizar aquello que entendemos puede suceder en un futuro y cómo sería la mejor manera de abordarlo.
Tomado lo anterior como base, la pregunta que surge es ¿Cómo hacer las proyecciones financieras?
Para ello se hace necesario partir de los supuestos principales (Histórico, tendencia y tiempo). Esto quiere decir que en la medida en que se tengan informaciones fiables a tiempo, entonces se tendrán mayores niveles de certeza a la hora de elaborar las escenificaciones futuras.
En ese sentido, todo inicia con el histórico.
Para ello se hace necesario tener registros de qué ha sucedido durante el período de análisis, y obviamente esto implicará haber hecho acopio de ellos. Por lo que si ésta información está disponible se facilita todo el proceso, si no lo está, entonces habrá que elaborar algún tipo de histórico partiendo de lo que usualmente sucede.
Este tipo de tareas suele no ser asertiva a razón de que al usar la memoria se pueden escapar aspectos relevantes e importantes dentro de la planificación, no obstante, ante la carencia de dichas informaciones y con la intención de hacer las proyecciones financieras, entonces hay que utilizar los recursos que estén a la mano. Y al mismo tiempo, crear la consciencia de la importancia de registrar las diferentes informaciones financieras, de manera que en un futuro éstas puedan servir como punto de referencia para la elaboración de nuevas proyecciones.
Luego de elaborar el comportamiento histórico se inicia con definir las tendencias. Para esto se pueden utilizar tanto las informaciones del mercado, dígase, en caso de que sea una proyección para inversión, los reportes financieros de sitios webs especializados, o bien de periódicos o revistas, los cuales presentan cómo se vislumbran las cosas para el futuro. Mientras que por otro lado, tomando como base el mismo histórico se puede crear una media de crecimiento y aplicarla al futuro de próximo.
Esto es, tomar los diferentes rubros (ventas, gastos, etc) extraer una medida geométrica (-1) de cómo se ha comportado, tomar el resultado y aplicarlo como un incremento durante, inicialmente, los meses que luego se pasarán a años.
Por último, está el tiempo, el cual circunscribe al período en el que se van a desarrollar las diferentes actividades. Es importante decir que el tiempo que usualmente se plantea para los proyectos empresariales es de 5 años; y aunque esto no es una regla estricta, en esta franja es que normalmente se desarrollan los emprendimientos.
Dado que las proyecciones financieras son escenificaciones del futuro y estas deben estar próximas a la realidad, lo recomendable es utilizar hojas de cálculo electrónicas, las cuales permiten presentar los distintos escenarios, al mismo tiempo que da la opción de hacer modificaciones mínimas a cada planteamiento sin mayores esfuerzos y manteniendo una misma estructura.
Existen gratis como pagando, es solo cuestión de hurgar un poco en los buscadores de internet hasta encontrar la que se ajuste más a sus destrezas y presupuestos.
Lo importante en todo esto es saber que las proyecciones financieras, como herramienta, sirven para tomar decisiones respecto del futuro, y a hacer los ajustes de lugar dentro del marco de la planificación financiera.
[1] Definición Proyección Financiera Consultada 15/02/15