Si eres una amante de la quinoa y estás saliendo con un amante de las hamburguesas, probablemente debas hacerle ver que lo mejor sería incluir unas cuantas verduras en su dieta. Y como es complicado hacerle beber smoothies de espinacas, puedes optar por convencerle de que la carne no es bueno tomarla en todas las comidas.
Vamos a ver algunas cosas que puedes hacer (y cambiar) para atraer cada vez más a tu pareja al mundo de la alimentación equilibrada. ¿Y quién sabe? Igual hasta se engancha.
# 1 No lo etiquetes
Tale sea la famosa dieta del paleolítico o una baja en hidratos de carbono, lo que no debes hacer es ponerla nombre. A la mayoría de los hombres no les gusta el cambio, de modo que si pones un nombre a esa dieta, le estás poniendo nombre a un cambio que quieres que haga.
# 2 Que él también tome decisiones
A nadie le gusta verse forzado a hacer algo, así que habla con tu pareja sobre tus hábitos alimentarios y el motivo por el cual estás dispuesta a hacer ciertos cambios. Por ejemplo, hay documentales como Supersize Me, o Fat, Stick and Nearly Dead que te hacen ver la importancia de tomar verduras (después de ver estos documentales no cuesta convencer a nadie de la importancia de una alimentación equilibrada). O más fácil aún, pregúntale qué frutas quiere que compréis cuando vayáis a hacer la compra. El hecho de que tu pareja haya elegido ese alimento saludable no lo va a tomar como un cambio en su vida.
# 3 Añade vegetales a todo
La chef Serena Wolf dice que el plato favorito de su novio es el mac and cheese. Lo que él no sabía (hasta que se lo contó) es que para esa receta usaba puré de coliflor con un poco de leche para dar consistencia a la salsa de queso. Además de recortar las calorías, añades fibra, vitaminas B y antioxidantes.
Y como esta hay muchas opciones, como añadir setas picadas para dar más sabor y hacer más saciante al filete sin tener que acompañarlo de tacos o patatas fritas. Si tu pareja es demasiado “fina” puedes triturar todo para que apenas note lo que se está comiendo.
# 4 Comprender que su comida saludable no tiene que ser como la tuya
Un hombre adulto tiende a comer más que una mujer. Y tal y como tú no quieres compartir una pizza cada noche, él tampoco querrá vivir de ensaladas 24 horas al día. Si estás intentando reducir la ingesta de hidratos de carbono, prueba a hacer unas fajitas de pollo, lechuga, pimientos, cebollas, para ti, y envuélvelo todo con las tortillas de maíz con un poco de salsa de queso para él.
# 5 Rómpele los mitos sobre nutrición
Muchos hombres piensan que llevar una alimentación saludable es comer sólo lo bajo en grasa, sin azúcar, etc. Tienes que explicarle que no es cierto. No puedes tomarte una caja de galletas entera por ser sin gluten o baja en calorías. Por otro lado, será más sabroso añadir un poco de queso (con su grasa y su todo), que atiborrarte de un alimento bajo en grasa (cuando no sabe anadea tendemos a comer más). Si no quieres tener que sacarle las galletas de la boca a tu pareja mientras le señalas la etiqueta de la caja, utiliza postres con ingredientes frescos. Los batidos de frutas, los zumos, smoothies, fruta troceada con canela, etc, hará que se olvide de los dulces después de las comidas.
# 6 Mete los cambios poco a poco
A nadie le gusta cambiar de la noche a la mañana por eso, si tu pareja adora las salchichas, cámbiaselas por unas de pollo, usa arroz integral, tortitas integrales y pasta de quinoa (para darle el aspecto blanco), y yogur griego como salsa. Adivina los gustos de tu pareja y trabaja a favor de ellos, no en su contra.
Si por otro lado tu pareja es de las afortunadas que tiene tiempo y desayuna un muffin con huevos, bacon y queso, no creo que cambiarle eso por un batido de pepino vaya a funcionar.
En lugar de eso puedes explicarle cómo lograr los mismos sabores en una tortilla añadiendo bacon de pavo (sí amigos, el pavo también tiene bacon), un poco de queso y algunos vegetales.
# 7 Mantén las apariencias
Sobre todo los hombres, somos muy visuales. Y nos gusta tener delante algo que nos apetezca comer. Por ejemplo, si vamos a comer unos burritos, el hecho de no tener queso para mojar puede ser devastador (y eso sin exagerar jeje). En lugar de eso pon un poco de queso en un extremo del burrito y deja que escurra a lo largo de él. Así tu pareja no notará la diferencia entre un poco de queso y queso para parar un tren.
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Hola, me llamo Álvaro. Soy licenciado en Ciencias de la Actividad física y del deporte por la Universidad Europea de Madrid, y especialista internacional en nutrición deportiva. También soy el culpable de que exista este blog. Actualmente trabajo como entrenador personal a domicilio así como en varios gimnasios de la zona de Madrid. Trabajo con todo tipo de perfiles. Mis 10 años de experiencia me permiten trabajar en rehabilitación de lesiones, pérdida de peso, aumento de masa muscular, o entrenamiento específico de cualquier deporte. Soy entrenador del método hipopresivo y de pilates. Teléfono: 666 576 366 Web: www.fitness-asesores.com Mail: alvaro.pedroche@fitness-asesores.com Álvaro en Google