Cómo hacer Snikerdoodles

Por Dácil Dácil Fernández @thesweetcaravan

Snikerdoodles...Si yo hubiera nacido galleta desearía haberme llamado, Snikerdoodle.


Ser galleta y llamarte Snikerdoodle es como ser fruta y llamarte "Maracuyá" o como ser una sandía y que te apoden "Fashion" o como ser una nuez y que todo el mundo diga que "eres de Macadamia" o como ser un espárrago y que te digan que estas "cojonudo".Wooow SNI-KER-DOO-DLES !!!En realidad no se sabe exactamente el origen de estas galletas y el porqué de su nombre. Existen varias teorías al respecto, desde un posible origen germánico, hasta la anécdota de un héroe de principios del siglo XX llamado Snikerdoodle, pasando por una una tradición de bautizar a las galletas con nombres divertidos allá por Nueva Inglaterra...
En su receta original además de otros ingredientes se hacen con cremor tártaro y bicarbonato de sodio, aunque vais a encontrar recetas más modernas en las cuales se sustituyen estos ingredientes por levadura química. La receta que hoy os traigo es la original, no he probado la versión con levadura así que no puedo valorar o decantarme por una u otra receta. Si vosotr@s lo habéis hecho, contadme con cual os quedáis.
Son muy fáciles de hacer, os aseguro que no vais a tener ninguna complicación a la hora de poneros manos a la obra con esta receta. Por ponerle algún "pero", quizás algunos no tengáis cremor tártaro o no sepáis donde conseguirlo.Es fácilencontrarlo en tiendas especializadas en productos para repostería e incluso en grandes superficies comerciales.
Las Snikerdoodles pueden ser crujientes  o esponjosas y blanditas, todo depende de como os gusten y el tiempo de horneado. Si os gustan crujientes bastará con que después de darle forma de bolita y una vez colocadas en la bandeja de horno, las aplastéis con el culo de un vaso hasta darles el grosor que deseéis. Yo por ejemplo en esta receta probé de las dos formas, a dejar las bolitas tal cual y a aplastarlas, y la verdad es que me gustan mucho mas de la primera manera, así quedan mas gorditas y tiernas, casi como bizcochitos por el centro.
En cualquiera de los dos casos el resultado va a ser unas galletas deliciosas con un sabor a canela increíble y de las cuales os va a ser realmente difícil comeros solo una. ¡¡¡Avisad@s quedáis!!!
SNIKERDOODLES

Ingredientes:

  • 225gr de mantequilla
  • 250gr de azúcar
  • 2 huevos
  • 375gr de harina
  • 2 cucharaditas de vainilla
  •  1 cucharadita de Cremor Tártaro.
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de sal


Para rebozar las Snikerdoodles:Haremos una mezcla con la siguiente proporción: 2 cucharadas de canela por 3 de azúcar.
Preparación:

  1. Comenzamos precalentando el horno a 180ºC
  2. En un bol tamizamos los siguientes ingredientes, harina, cremor tártaro, bicarbonato, nuez moscada y sal.
  3. Aparte batimos el azúcar y la mantequilla hasta que quede cremoso.
  4. Añadimos los huevos, ya sabéis, de uno en uno, y no añadir el segundo hasta que no se haya integrado el primero. Añadimos también la vainilla.
  5. Ahora es el  momento de comenzar a añadir la harina que antes habíamos tamizado junto con el resto de los ingredientes. Vamos añadiendo poco a poco hasta tenerla también integrada.
  6. En un recipiente mezclamos la canela y la harina.
  7. Empezamos a dar forma a las Snikerdoodles, cogemos pequeñas cantidades de masa, del tamaña de una nuez, mas o menos y les damos con las manos forma de bolita.
  8. Las pasamos por la mezcla de harina y canela.
  9. Colocamos papel de hornear en la bandeja de horno, o lo que uséis en estos casos, y vamos colocando las bolitas de masa. Aseguraos de dejar espacio entre unas y otras para que cuando crezcan en el horno no se os queden pegadas.
  10. Aplastamos ligeramente las bolitas con la parte trasera de un vaso y si preferís directamente con la mano.
  11. Las horneamos durante 15 min mas o menos.
  12. Una vez horneadas las sacamos del horno y dejamos enfriar un poco sobre la bandeja, ya que en este punto estarán tan tiernas que si las movéis probablemente se os rompan.


P/D: Ojo con dejarlas al alcance de aves de rapiña, como novios, maridos, churris, caris, vidas, amores y similares. El mío prometió llevarlas a la oficina. Promesas, promesas, promesas...Nunca pasaron de la puerta.