Es difícil exagerar las bondades del tofú. No solo es la fuente de proteína más importante de Oriente, además es alto en calcio, vitaminas y bajo en grasa.
Básicamente es el frijol de la soja fermentado, procesado y cuajado.
Historia
Se originó en China, donde los arqueólogos han encontrado dibujos de la preparación del queso de soja que datan del período Han tardío (d. C. 22-220).
Dice una leyenda china que el tofú lo creó el cocinero del señor Liu An, un gran filósofo y estadista de Huai-nan, alrededor del 164 a.C., cuando le añadió un poco de nagari (un compuesto que se usa hoy en día para la producción del tofú) a unos frijoles de soja para darles un poco de sabor, y luego se le olvidó el mejunje. Al día siguiente se encontró con la cuajada, y así nació. De China pasó a Corea y de ahí llegó al Japón en el siglo VIII.
Salud
Además de ser la fuente de proteína, es alto en calcio y vitaminas: cuando se coagula con cloruro de calcio o sulfato de calcio, el tofú regular contiene aproximadamente 23% y el sedoso 50% más que la leche entera por peso y contiene hierro, fósforo, potasio y vitaminas B1, B2 y E.
No tiene colesterol y contiene menos de cinco por ciento de aceite vegetal, y una porción de ocho onzas tiene aproximadamente ciento cincuenta calorías.
Como es fácil de digerir, es un excelente substituto para quienes tienen problemas digiriendo carnes o para quienes presentan intolerancia a la lactosa, y se recomienda a quienes sufren de reflujo.
Video receta de tofú Casero
Nuevo Pack De Formatos Y Controles Para Restaurantes