Menos mal que tengo unos compañeros que no me los merezco y son super pacientes y me explican las cositas una y mil veces.
Lo que os pongo aquí son los consejos que me han dado ellos, así que vamos a empezar por una receta básica y en próximos post ya añadiremos ingredientes.
Con esta técnica solo necesitamos 3 ingredientes básicos: huevos, azúcar y harina. Montando los huevos con el azúcar e incorporando la harina con cuidado, conseguiremos un bizcocho esponjoso y suave, gracias a las burbujas de aire que quedan atrapadas al montar el huevo. De todas formas siempre está bien añadir un pelín de levadura Royal, por si las moscas.
Lo primero que necesitamos es que los huevos estén a temperatura ambiente, nada de sacarlos del frigo y ponerse a montarlos. Los sacamos la noche antes y los dejamos dentro del horno (apagado) o en un mueble, o encima de la mesa si no hace mucho frío (en mi casa estarían más fríos fuera de la nevera que dentro,porque no es normal el frío que hace allí). Al montarlos pondremos la batidora con varillas a velocidad media, tardarán más en montarse, pero las burbujas que conseguiremos serán uniformes, todas del mismo tamaño.
Si añadimos mantequilla o aceite a esta receta deberá estar derretido, en el caso de la mantequilla, pero no calientes, a la misma temperatura que los huevos. Si los ingredientes están a temperaturas distintas pasará lo mismo que pasa si montamos mayonesa con los huevos fríos, que se corta.
Con estos consejos básicos ya solo nos falta una receta bien buena para ponerlos en práctica. La proporción huevos, azúcar y harina sería la siguiente: por cada huevo mediano, 30 g de harina y 30 g de azúcar.