Cómo hacer una cata de té.

    Una cata de té es un análisis sensorial en el que intervienen todos los sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto. El té nos aporta información de cata a través de sus hebras, cuando aún están secas y posteriormente cuanto está humectadas, y del licor resultante de su infusión. Se pueden organizar para grupos no muy grandes, entre 8 y 12 personas, en un lugar acogedor y con todo el material que se necesita para una cata de té: sets de cata (compuesto por taza dentada, tapa y cuento), calentadores de agua, cucharas medidoras, termómetro de agua, pinzas (para manipular las hebras) y, por supuesto, muestras de las mejores variedades de té.

   Qué percibimos por cada uno de nuestros sentidos

• Vista

   Observando las hebras cuando aún están secas comprobamos de que variedad de té se trata, si la granulometría es regular o irregular, el color, si tiene elementos que no deberían estar (ramas, polvo, piedras…). Cuando ya están humectadas cotejamos el color y del licor de su infusión observamos el color, que sea claro o turbio, que tengo material en suspensión o no y la presencia de grasa en la superficie (esto último no sería nada bueno).

• Oído

Set de cata de té.

  Aunque pueda parecer raro, el oído también interviene en una cata de té. Las hebras de té deben estar secas para su consumo y esto podemos apreciarlo si las apretamos con las manos y escuchamos que están crujientes, esto sería un buen síntoma.

• Tacto

   Decir que el tacto interviene en una cata de té también puede resultar curioso, pero es así. El tacto lo vamos a percibir en la boca, si el té es astringente o no (sequedad) o si el licor es ligero o denso, entre otras características.

• Olfato

   A través del olfato percibimos mucha información, tanto de las hebras secas como humectadas y de su licor. Existen muchos descriptores aromáticos que podemos percibir con el olfato y con el gusto, tantos como pueda almacenar la memoria sensorial de cada persona.

• Gusto

Como es natural, con el gusto percibimos la información más valiosa, tanto aromas como sabores, todos los aromas que comprenden los descriptores aromáticos y además la astringencia, el cuerpo, la textura…

   Orden de cata

   En una cata de té es aconsejable seguir un orden de cata, esto quiere decir que comenzaremos por las variedades más suaves para finalizar con las más fuertes.

1. Té blanco Pai Mu Tan, té blanco de origen chino compuesto por los brotes más tiernos de la planta del té (también llamados agujas de plata) y la dos primeras hojas siguientes.
2. Té verde Sencha, té verde de origen japonés (más delicado que el Sencha chino) de los llamados cocidos, debido a su proceso de elaboración.
3. Té Formosa Choicest Oolong, té oolong o azul de Taiwan, el país productor mejor valorado de esta variedad de té.
4. Té negro Ceylan OP, té negro de la región Nuwara Eliya, en Sri Lanka. Se encuentra entre los tipos de té negro más apreciados a nivel mundial.
5. Té rojo Pu Erh, de la provincia de Yunan, en China. Es la variedad perfecta para finalizar una cata de té.

   A grandes rasgos, esta es la forma correcta de hacer y organizar una cata de té. Estamos preparando próximas catas y toda la información al respecto la publicaremos a través de nuestro blog y en las distintas redes sociales en las que estamos presentes, para que no te pierdas detalle.

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