Como hacer una cuna de colecho

Por Detijerarapida
Con el post de hoy, inaguro nueva temática en el blog: Maternidad. No es que yo sea una experta, al fin y cabo mi bebé no tiene ni un año, en realidad me considero una madre recién estrenada, pero seguro que algo de lo que escriba os podrá resultar útil.

Hoy os voy a contar como mi preciosa cuna de Micuna, se ha convertido en una cuna de colecho improsivada.


Antes de nacer mi peque, su padre y yo nos pasamos algún que otro rato preparando su habitación, lo típico: pintar, poner un friso de color blanco, poner unas cortinas infantiles, montar la cuna...Y al final, os puedo decir que quedó muy bonita, tanto tanto, que mi bebé ha decidido no estrenarla.

Yo que antes pensaba que los bebés dormían mas tranquilitos en su habitación, ahora no veo el momento de hacerle la mudanza, porque claro, no me habían explicado lo entretenida que es la lactancia materna de madrugada , especialmente cuando tienes un hijo tragón encantado de estar enganchado de la teta de su madre a todas horas.


Por tanto, tengo que reconocer que en nuestro caso, el colecho llegó a nuestras vidas silencionamente y sin avisar, ya que para nada es lo que yo tenía en mente. Noche tras noche, fui rindiéndome a las delicias del sueño a la vez que mi chupóptero se alimentaba, hasta que llegó la noche en la que el pequeño traidor consiguió no rozar las sábanas de la cuna.
Y en ese momento, el muy listo, decidió que para que dormir sólo si entre sus padres se está mejor, y cada vez que intentábamos ponerle en su cuna, gritaba como un cochino acorralado. A todo esto, llegó mi incorporación al trabajo, y claro, no estaba yo para negociaciones nocturnas.
Durante algunas semanas seguimos igual hasta que al padre de la criatura, harto de dormir sobre la mesilla, se le ocurrió tunear la cuna para poder dormir juntos pero no revueltos. Y ahora el pequeño tragón está contento y nosotros también, tanto que algunas madrugadas aún le dejamos colocarse un ratito entre nosotros, para recordar los viejos tiempos.

Y tras la explicación más larga de mi historia blogera, vamos al lio: 

 DIY Cuna de colecho sin obras 
Se empieza desmontando el lateral, aunque no lo parezca, la cuna se sostiene, ya que el somier es la pieza clave para mantener todo unido. Ahí hubiera podido acabar la cosa si la altura de la cuna fuera la misma que la de la cama. Como yo quería que ambos colchones quedasen a la mismo nivel para poder dar el pecho, era necesario subir el somier.
El padre me dice, bueno pues hacemos unos taladritos y yo digo noooooo!!!!!!! Porque ya sabeis, no hay hombre que haga el agujero donde tiene que ser a la primera. Y yo quiero una cuna, no un colador. Al rato le oigo trastear por el armario y aparece con esto:
 Cuatro botes con restos de pintura, como veis, en esta casa no nos gustan las obras.... Que bien, todos del mismo tamaño. Y estaréis pensando, pues si no quiero hacer un agujerito, menos querré pintar la cuna, no? Mirad, mirad para que eran:   Colocamos un bote en cada esquina, lo cubrimos con un trozo de bayeta para no arañar la madera y colocamos el lateral que habíamos quitado encima de los botes a modo de soimer. 
  

  Por último pusimos el colchón y encajamos la cuna entre la pared y la cama. ¿Qué os parece? Yo os puedo asegurar que es muy cómodo, a la hora de darle el pecho me arrimo al borde y no tengo ni que abrir un ojo, ¡Viva el colecho con espacio!  

Si queréis ver como hice el organizador de cuna pincha aquí.
 
Para ver el tutorial de la chichonera pasate por aquí.