Cómo hacer una defensa del cristianismo - Parte 2 de 7

Por Claudio Auteri Ternullo @micedvalencia

Idea falsa:

"JESÚS ERA SOLAMENTE UN MAESTRO DE MORALIDAD,

NO EL HIJO DE DIOS"


Otra suposición es que Jesús solamente fue un buen hombre moral o un gran profeta, pero no el Hijo de Dios. Sin embargo, uno necesita ser cauteloso al hacer este supuesto, debido a que lo que los hombres y las mujeres de sus días creían que era Jesús, fue de importancia fundamental. Esto continúa siendo verdad en la actualidad.
Jesús se consideraba a sí mismo y a su mensaje como indisociables. No podemos separar las enseñanzas de Jesús de su identidad alegada. O Jesús es quien dice ser, o no lo es. En realidad no tenemos una cubeta llena de opciones.
Si la afirmación de Jesús fue falsa, solamente tenemos dos alternativas: Él sabía que era falsa o no sabía que era falsa. Si Jesús sabía que Él no era Dios, y sin embargo continuaba afirmando que era Dios, eso lo haría un mentiroso deliberado. Si era un mentiroso, entonces también era un hipócrita, porque les dijo a los demás que fueran honestos, mientras que Él vivía una mentira colosal. ¿Cómo es que Jesús puede ser considerado un gran maestro de moralidad, si confundió conscientemente a la gente en el punto más importante de su enseñanza: su propia identidad? Además, Él habría sido un tonto, porque su afirmación habría sido la que lo llevó a su muerte.
Por otro lado, si Jesús pensó que era Dios, pero no lo era, eso lo había hecho un lunático. Noyes y Kolb, en un texto médico, describen al esquizofrénico como una persona que es más autística que realista. El esquizofrénico desea escapar del mundo de la realidad. Enfrentémoslo, afirmar ser Dios realmente sería un escape de la realidad.
Yo no puedo concluir que Jesús fue un mentiroso o un lunático basado en la investigación y la evidencia disponible y presentada. Lo que sabemos de la vida y las enseñanzas de Jesús no sustentan que haya sido un fraude o un hombre mentalmente inestable.
Con respecto a Jesús como un mentiroso, el historiador Phillip Schaff, observa: "¿Cómo es que, en el nombre de la lógica, el sentido común y la experiencia, podía un impostor (es decir, un hombre falso, egoísta y depravado) haber inventado y mantenido consistentemente de principio a fin, el personaje más puro y noble conocido en la historia con el más perfecto aire de verdad y realidad? ¿Cómo pudo haber concebido y sobrellevado exitosamente, frente a los más fuertes prejuicios de su pueblo y su época, un plan de beneficencia sin paralelos, de magnitud moral y de sublimidad, y sacrificar su propia vida por ello?".
Josh McDowell añade: "Si Jesús deseaba hacer que la gente lo siguiera y creyera en él como Dios, ¿Por qué ir a la nación judía? ¿Porqué ir como un carpintero nazareno a un país tan pequeño en tamaño y en población, y apegarse tan profundamente a la unidad indivisible de Dios? ¿Por qué no fue a Egipto o, más aún, a Grecia, donde creían en varios dioses y en varias manifestaciones de ellos?".
Con respecto a la posibilidad de una enfermedad mental, la habilidad y la profundidad de las enseñanzas de Jesús apoyan el caso del totalmente sensato estado mental. No observamos las anormalidades ni el desequilibrio que va con un estado desquiciado. Las enseñanzas de Jesús han liberado a miles de personas de la esclavitud mental. El psiquiatra J. T. Fisher afirma: "Si debiéramos tomar la suma total de todos los artículos fidedignos escritos acerca de la higiene mental, si tuviéramos que combinarlos, refinarlos y despejar toda la verborrea excesiva, si debiéramos tomar toda la carne y nada de perejil, y si debiéramos tener todas estas partes adulteradas de conocimiento puramente científico expresado concisamente por los poetas vivos más capaces; tendríamos una pesada e incompleta suma del Sermón del Monte". Cuando se proclama a Jesús, las vidas cambian para mejor. Ni siquiera las autoridades romanas pudieron encontrar falta o error en Él.
Es importante observar que el problema aquí no es qué alternativa es posible. Es obvio que las tres son posibles. La pregunta es qué opción es la más probable. La evidencia es clara a favor de que Jesús es el Hijo de Dios y estas son solamente dos de las muchas evidencias que apoyan las afirmaciones de Jesús. Considere algunos datos que pueden conocerse acerca de Jesucristo, hechos que eruditos reputados comprenden probables, si no, históricamente documentadas:
  • Su venida profetizada en las Escrituras judías.
  • Su nacimiento virginal, su vida sin pecado y sus obras milagrosas.
  • Sus enseñanzas únicas acerca del Reino de Dios y de sí mismo.
  • Su muerte en la cruz y la subsiguiente resurrección.
  • La tumba vacía y las apariciones de Jesús posteriores a su resurrección.
  • Las vidas cambiadas de los discípulos.
  • La casi instantánea aparición y crecimiento de la Iglesia cristiana.
  • La rápida extensión de un mensaje cristiano coherente durante el siglo I y II, a pesar de numerosos obstáculos.
  • La influencia dominante y positiva del cristianismo y su impacto social concomitante.
  • La capacidad que Cristo tiene de transformar vidas radicalmente dos mil años después de su muerte.
La persona de Jesús es el fundamento y la piedra angular del cristianismo bíblico. Él es la línea divisoria entre el cristianismo y todas las demás religiones. Pero, ¿qué hay de las ideas erróneas del cristianismo en general? De las diferentes religiones del mundo, el cristianismo parece recibir mucho más crítica.