Como hacerse rico, dejar de ser pobre, y abandonar la carrera de ratas

Publicado el 20 junio 2014 por Slowinver @slowinver

Voy a comentar una serie de ideas sobre como hacerse rico, ideas con las que quizá no todo el mundo esté de acuerdo. Se refieren a las razones de fondo sobre la riqueza y la pobreza, sobre porqué existen ricos y existen pobres, y que deberían hacer los segundos para convertirse en los primeros.

Estas razones no son mías, provienen del libro “Padre rico, Padre pobre”, de Robert Kiyosaki, un libro curioso con el que puedes estar de acuerdo o no, pero que hace aportes  interesantes.

Aquí resumo algunos de ellos, ideas acerca del dinero que el padre rico del libro explica a su hijo.

La mayor parte de los trabajadores y empleados de las clases baja y media son como las ratas de un jaula: esforzados trabajadores, que ganan un sueldo que les llega para mantener su familia y su poco interesante nivel de vida, corriendo y corriendo siempre sin llegar a ningún sitio, como la rata en  su rueda sin fin.

Para salirse de esa carrera de ratas, de ese esfuerzo baldío, hay que pensar como los ricos, que piensan de modo diferente a los pobres, y empezar a jugar con las reglas de los ricos, que no son las reglas bajo las que vive el 95% de la población.

Padre rico, padre pobre

El padre pobre es el padre real del protagonista, un hombre educado, con buenos ingresos, pero de clase media, y que ama la idea de un trabajo para toda la vida.

El hecho de que no ame su trabajo es secundario respecto a que sea seguro.

El padre pobre, que es la clase media en general, dice que no le interesa el dinero. Que el dinero no da la felicidad, que es algo intrínsecamente malo.

Pero es incapaz de dejar el trabajo, y siempre esta demandando mejoras en el sueldo.

Cuando el pobre pierde el empleo, o no le suben el sueldo, culpa a sus jefes de la situación. O a la empresa en general, o al Gobierno que hace mal las cosas, pero nunca se culpa a si mismo.

El pobre no quiere cambiar nada, desea que cambien los demás para que sus problemas se solucionen. Pero la realidad es que es difícil cambiar  a los demás, y es mucho más sencillo cambiarse uno mismo, arriesgarse, probar cosas nuevas, aprender algo, hacerte más sabio.

El padre rico, padre “adoptado” del protagonista, dice que el dinero es poder. Pero no quiere trabajar por dinero, quiere que el dinero trabaje por él.

“Los pobres y la clase media trabajan para ganar dinero. Los ricos hacen que el dinero trabaje por ellos”

El padre rico da una serie de pautas al hijo, pautas no muy precisas, pero que le ayuden a pensar en cómo funcionan las cosas:

El miedo y el deseo

Uno de las dos emociones que gobiernan a las personas es el miedo. En asuntos de economía, el miedo siempre está presente: miedo a no poder pagar la hipoteca; a perder el empleo; a no llegar fin de mes; a tener que comenzar de nuevo. Y por eso, en la práctica la clase media es esclava del dinero, porque el dinero adormece el miedo.

Los pobres desean evitar el riesgo. “Cuando se trata de dinero, no corras riesgos”, dicen. Los ricos en cambio se plantean “¿como manejar este riesgo?”.

El padre rico reconoce las emociones que siente: no se trata de luchar contra ellas, sino conocerlas, aceptarlas, pero no dejar que sean ellas las que guíen sus decisiones economícas.

Gestionar el miedo a perder es aumentar tu posibilidades y tus capacidades para ganar.

Pero en realidad, no todos los ricos son así. Porque un rico que conoce cómo funciona esto, no siente miedo; sabe gestionar sus temores, sabe hacer que el dinero trabaje para el, y dedicarse asi a las metas que le ilusionen.

Pero mucha gente rica siente el mismo temor que los pobres: temor a perder sus lujos, sus palacios, sus privilegios. Y por eso siguen esforzándose cada día para conseguir más riquezas, a menudo con gran sacrificio, sólo para alejar el miedo a perderlo todo. Esas personas no son ricas realmente, solo pelean por el dinero; ese no debe ser el objetivo.

Por otra parte, eso no significa que el hombre pobre sea más feliz, viviendo una vida difícil e insegura. Despreciar el dinero es tan psicótico como amarlo.

Si controlas el poder del dinero, sin temerlo y sin amarlo, consigues la libertad. Y eso no se enseña en las universidades, ni en las escuelas de negocios.

La otra emoción que tortura a la humanidad es el deseo; algunos lo llaman codicia, pero se define mejor como deseo: deseo de mejorar, de vivir más cómodo, de mejor nivel de vida; lo cual significa más dinero sí,  para tener una vida mejor.

Ese deseo, como el miedo, hay que aceptarlo pero sin dejar que tome las decisiones por nosotros; porque entonces nos equivocaremos.

La clase media siente el deseo de dinero, conforma su vida y sus decisiones, y se convierten en burros arrastrando un carro con la zanahoria  delante del hocico.

Para evitar esa vida de esfuerzo y recompensas pequeñas, hay que ser consciente de la zanahoria.

El dinero es la zanahoria. Y la ignorancia sobre como obtenerlo, y sobre todo como conservarlo, es lo que provoca vidas grises, atemorizadas, sin perseguir los sueños que todos tenemos.

La ignorancia hay que combatirla con conocimientos; pero las escuelas de negocios convierten a los economistas en contadores de habichuelas.

Los contadores de habichelas dirigen los negocios, y lo único que hacen es mirar los números, despedir empleados para cuadrar cifras, sólo piensan en bajar costos, y no aportan prosperidad.

Contar habichuelas, la contabilidad, es importante, pero por sólo es una parte parcial de los negocios. Con esa teoría en mente, nunca se pueden ver las buenas oportunidades, somos ciegos que imitan a otros ciegos.

Activo y pasivo

Una parte fundamental que debería entender la clase media es lo que es un activo y lo que es un pasivo.

En la contabilidad tradicional, un activo es lo que posees, y un pasivo son las deudas que tienes. Pero esa es una aproximación incorrecta.

Un activo es lo  que te genera ingresos. Y un pasivo es lo que te genera gastos. Esto es todo lo que necesitamos saber. Si queremos ser ricos, hay que pasarse toda la vida construyendo activos, y eliminando pasivos.

El 80% del efectivo que genera la clase media proviene de su trabajo. Por eso es y seguirá siendo clase media. La clase adinerada es la que consigue que la mayoría de su efectivo venga de sus activos.

Cuando la gente pregunta cómo volverse rica rápidamente, van mal encaminados.

Porque esa no es la pregunta correcta. La gente que hace esa pregunta, suele tener problemas con el dinero, gane poco o gane mucho. Porque no suelen ser capaces de mantener los gastos por debajo de los ingresos.

Muchas personas que ganan un premio importante en la lotería, no resuelven sus problemas financieros a largo plazo, y acaban tan pobres como lo eran antes del premio.

Lo correcto es formarse, prepararse, y estar atento, con un único objetivo: adquirir activos.

Casi todo el mundo considera su casa como un activo. Sin embargo, las casas suelen ser un pasivo: sus gastos de administración, de reparación, de impuestos y por supuesto de hipotecas suelen ser brutales.

Esto no significa que no se deba adquirir una casa. Simplemente que se debe considerar en gran medida como un pasivo, y hay que equilibrarlo con adquisición de activos.

Y la gente que no tiene dinero para invertir, simplemente no invierten. Y al renunciar a esa búsqueda de activos, renuncian a la formación,  a la experiencia, y acaban siendo inversores muy poco sofisticados: cambian su casa por una casa más grande que no deberían tener, o invierten en cuentas bancarias y otros productos seguros pero muy poco rentables, que no les dan miedo, pero les mantienen en la pobreza.

El timo de Robin Hood

Y renuncian también a entender los impuestos. Que son un engaño, basado en el ideal de Robin Hood, que tanto inspira a las clases trabajadoras: quitar el dinero a los ricos para darselo a los pobres.

La realidad es que los ricos no pagan apenas impuestos. Es la clase media la que paga por los pobres, especialmente la educada clase media de altos ingresos. Y como no se plantean hacer otra cosa, no saben cómo utilizar las herramientas legales para pagar menos impuestos.

Pero lo ricos, sí. Se rodean de gente que conoce el sistema, y evitan muchos impuestos con facilidad.

Porque la única regla de oro es: el que tiene el oro hace las reglas.

Esta es la realidad. Es la razón por la que los ricos son vada vez más ricos, y los pobres más pobres.

Y la única salida que tenemos para escaparnos de la carrera de ratas, es utilizar nuestro cerebro. 

En resumen,

  • formarnos y conocer las reglas
  • escaparnos de los impuestos
  • afrontar el miedo y el riesgo con valentía y rigor
  • controlar nuestros deseos de dinero
  • y aumentar lo más rápido posible nuestros activos.

Esta son algunas de las claves sobre como hacerse rico, si sabemos aplicarlas.

¿estas de acuerdo?