Es común que las personas, en la transición de un año a otro, hagan resoluciones. Una de las más usuales es ahorrar. De hecho, estas personas se mentalizan y procuran crear un régimen de ahorros, en donde no darán lugar al fallo.
Sin embargo, estas resoluciones no siempre perduran en el tiempo. Las personas tienden a dejar de llevarlas a cabo durante el tercera o cuarta semana del inicio del año; tratan de reanudarlas para el siguiente mes, pero pueden ser víctimas del desánimo, cansancio o quizás de la falta de interés en lo que inicialmente se propusieron, dando al traste todo lo que planificaron.
Es por esto que vamos a ofrecer algunas pautas para que puedas implementar un régimen de ahorros efectivo, partiendo de acciones prácticas y sencillas para ti, y que con ellas logres tener éxito en la creación de fondos de contingencia.
Una de las frases que mi padre solía decir era: "El que ahorra es el que tiene" porque, sin duda alguna, quien no ahorra, muy probablemente, no tenga.
Esta premisa marcó toda su gestión financiera, no recuerdo un día en que mi papá no ahorrara; ya sea porque llevaba a cabo estrategias de consumo inteligente, o bien porque literalmente apartaba porciones de dinero para solventar sus diferentes compromisos. De hecho, es por él mi inclinación a las finanzas, y más que todo, al ahorro.
Desde pequeño tengo la cultura de ahorrar, y reconozco que la importancia del ahorro reside en crear disponibilidad. Es decir, quien ahorra tiene la capacidad de responder a los diferentes compromisos, al mismo tiempo que puede asumir situaciones inesperadas sin tener mayores complicaciones porque ha logrado apartar recursos a través del tiempo que le permiten solventar aquello que no estaba planificado.
Y es en esos momentos claves, en donde las opciones se reducen, o bien aparecen esas cosas que no esperábamos que dan el mayor sentido al ahorro. Porque nos evitan tener que recurrir a alternativas costosas como los préstamos o bien a avances de salario, etc. que desestabilizan el flujo de efectivo personal.
Tomando la importancia del ahorro como punto de referencia, el éxito en la implementación de un régimen de ahorros efectivo se reduce a una sola palabra: Disciplina. Cuando logras crear una rutina financiera en donde llevas a cabo una serie de pasos que te sirven para alcanzar el objetivo que te has planteado, entonces el régimen de ahorros será verdaderamente efectivo.
La pregunta que puede surgir es: ¿Cómo lograr tener la disciplina financiera necesaria para que el régimen se implemente con éxito?
Para esto tienes que partir de tres principios básicos:
- Ahorrar = Disponibilidad
- Ahorrar = Esfuerzo
- Ahorrar = Objetivos
Cuando logras ver los ahorros desde la perspectiva de estos tres principios básicos entonces la importancia de los ahorros tendrá un mejor y mayor sentido a tu gestión financiera. Porque no los estarás viendo como la acumulación de dinero, sino, dentro del contexto la generación de valor a tu flujo de efectivo. Es decir, verás el ahorro como un aliado y no como una carga que hay que llevar a cabo mes tras mes.
Y si logras visualizarlos desde este punto de vista, entonces la disciplina financiera se tornará en una actividad más fácil y sencilla de materializar. De manera que vamos a proveer algunas pautas, puntuales y prácticas de cómo implementar un régimen de ahorro efectivo para tus finanzas personales.
Pauta No. 1: Identifica el espacio para el ahorro
En primer lugar debes ver dónde está el ahorro que quieres hacer. Es decir, el fondo que piensas crear no sale de la nada, sino que es el resultado de una diferencia entre tus ingresos y tus egresos. Cuando logras identificar cómo materializar tus ahorros, entonces da pie a apartar las porciones necesarias para crear tu fondo de contingencia.
Para lograr esto debes auxiliarte del presupuesto, y ver cómo se comportan tus ingresos y tus egresos, para entonces identificar qué ajustes debes hacer dentro del contexto de tu consumo para poder generar el ahorro.
Esta tarea puede que te tome tiempo, porque probablemente todo lo que listes en tus egresos entiendas qué es importante, pero la clave en todo esto es priorizar en función de tus necesidades y luego de tus gustos, para que primero suplas tus necesidades y luego, si hay disponibilidad, tus gustos.
Por lo tanto, debes esforzarte para que este análisis sea objetivo y sobre la base de la verdad. De manera que, efectivamente, puedas crear un espacio para el ahorro que vas a llevar a cabo.
Pauta No. 2: Plantearte objetivos
La acumulación de dinero sin sentido solo promueve la pobreza. Porque no se tiene claro para qué lo estás haciendo, y esto crea una distorsión; ya que ese dinero es útil para todo y para nada al mismo tiempo. Es por esta razón que plantearse objetivos es determinante para que el régimen de ahorros sea efectivo partiendo siempre de las tres premisas que plantean la creación de los objetivos:
En otras palabras, plantearte un objetivo que de ninguna manera puedes alcanzar entonces tampoco tiene sentido, porque al final del día solo tendrás frustración. Ahora, en lo que debes enfocarte es en que puedas materializar aquello que te has planteado y si esto es posible, entonces tendrás éxito en tu proyecto de ahorros.
Es aquí en donde reside la importancia de identificar un espacio para el ahorro. En que luego de determinar cuál es ese espacio entonces tendrás un número que aterrizará lo que realmente puedas lograr. Es decir, si ese número que surge de tu análisis es $10, entonces debes saber que todo aquello que te plantees como objetivo debe estar sustentado sobre ese monto que puedes apartar mensualmente.
Y para verlo de manera más práctica, si efectivamente ese es el monto, debes saber que si es mensual entonces tu límite anual es $120, por lo tanto, no puedes hacer un plan anual que implique buscar $200 porque, basado en tu análisis, tu capacidad es de $10 mensual.
Pauta No. 3: Auxíliate de alguien que te acompañe en este proceso
Algo clave durante todo este proceso es no hacerlo solo(a) porque la soledad se presta a tomar decisiones unilaterales y partiendo de las circunstancias. En ese tenor, la sugerencia es plantearle a alguien de confianza tu plan y hacerle partícipe de lo que vas a hacer, para que te sirva de apoyo y te anime a materializar tu objetivo.
Por lo tanto, esta persona debe tener las siguientes cinco características:
Si tienes a alguien que coincida con cada una de esas características entonces encontraste a la persona ideal, que te brindará el apoyo y la corrección necesaria para implementar un régimen de ahorros efectivo.
Implementar un régimen de ahorros no es una tarea sencilla, y tomará tiempo. Sin embargo, los resultados hablarán por sí solos, cuando veas que has materializado la creación de fondos que más adelante utilizarás tanto para llevar a cabo planes de inversión, adquisición de bienes, etc. como también para enfrentar aquellas cosas inesperadas que pueden sucederte a través del tiempo.
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