Pero faltó lo más importante: reconocer que se trata de un trastorno sexual, el que un tipo -que se reconoce como hombre "activo"- tenga sexo dos veces a la semana con un hombre vestido de mujer, que también admite ser activo. ¿Cómo se lo vas a explicar ésto a un pibe de 11 años?
Hay que ser más amplios con la psicología e informar todos los puntos de vistas sobre este tema. Pero sobre todo, mostrar en estos informes -bien realizados, por cierto- el punto de vista médico, psicológico y hasta espiritual, que analice íntegramente al hombre -y no solamente desde los instintos sexuales-, para que nos lleve al sentido común, y por sobre todo, a la verdad. Porque, como si dice Chiche, los argentinos prefieren a los travestis más que a las mujeres, es porque algo anda mal, ya que la misma naturaleza -que hoy todo el mundo defiende desde la ecología- es el hilo conductor de todo ésto. Porque si no lo fuera así, mañana podríamos decir que los argentinos prefieren tener sexo con los menores y las menores de edad, y así dejar a los violadores en la calle, porque al fin y al cabo, en la cárcel los estamos reprimiendo.
No es nada difícil: al final le estoy pidiendo a Chiche que sea más Chiche, es decir, más curioso.