Allá por los años 80 apareció un artilugio llamado microondas que revolucionó nuestros hogares. Nos permitió ahorrar mucho tiempo, sobre todo a la hora de elaborar el desayuno. En principio su utilidad se basaba en calentar agua o leche, pero poco a poco este electrodoméstico fue ganando puntos. Las más avispadas amas de casa, de esas que estaban a la última en asuntos domésticos, descubrieron que el aparato en forma de caja podía hacer más cosas. Cocinaba, sí y en un tiempo record. Se compraron numerosos elementos con los que poder cocinar, ollas, tappers, las típicas tapas de plástico.. A día de hoy, hemos seguido avanzando y algunos han cambiado el micro por los robots de cocina, pero aún así, es un instrumento que nos acompaña en casi todos los hogares. Calienta, cocina, descongela, algunos tienen grill pero como todo, el uso continuado hace que se ensucie asiduamente.
Existen productos específicos para la limpieza de este electrodoméstico, pero la verdad es que no tenemos porque desembolsarnos ningún dinero, pues podemos limpiarlos con productos que tenemos normalmente en casa.Cortamos un limón por la mitad y lo ponemos en un bol junto le agregamos un vaso de agua y una cucharadita de bicarbonato. Introducimos en el microondas y dejamos durante 5 minutos a máxima potencia. Pasado este tiempo abrir el microondas esperar unos minutos antes de sacar el recipiente, para no quemarnos y sólo nos queda pasar una bayeta para limpiar los restos y secar.
VINAGRE
Tan fácil como poner en un bol lleno de agua una cucharada sopera de vinagre y poner en marcha el microondas 5 minutos a máxima potencia. Limpiamos los restos con una bayeta y listo. Queda un poco de olor a ensalada, pero aunque hay algunos que no les guste ese olor, pensemos que el vinagre es un potente desinfectante y los resultados compensan.
Existe otras formas de limpiar el microondas, pero sin duda estás dos son para mí las más prácticas y rápidas. Espero que os sirva y os haga la vida más fácil.