Como supondrás acertadamente, lo mejor es aplicar el sentido común ya que después de la inversión que te ha supuesto, no es cuestión de echarlo a perder aplicando algo que pueda fastidiarlo de por vida así que no está de más pasarte por una tienda de este tipo de mobiliario (o del material en que está hecho tu sofá) y pedirles consejo. Hoy día hay una amplia gama de productos en el mercado para todo tipo de materiales. Dicho esto, a continuación vamos a mencionarte pequeños trucos caseros que puedan ayudar a preservar el estado de tu sofá (eso sí, siempre, ante la duda, consulta antes a un especialista).
Trucos para sofás y tapicerías de tela
Afortunadamente cada vez es más fácil encontrar mobiliario de tela que está pensado para desmontar, desenfundar y meter por partes en la lavadora, para su correcta limpieza.
De todas maneras, es recomendable que al menos una vez a la semana se pase el aspirador sobre el sofá, poniendo especial atención en las juntas y dobleces. Pasar un cepillo relativamente blando para retirar migas, pelos y pelusas tampoco es mala idea. Si tras esto, pasa por la superficie un trapo de tela mojado en agua tibia y será suficiente para su mantenimiento semanal.
Si en alguna ocasión se derrama un líquido sobre la tapicería, puedes aplicar sobre la mancha un montoncito de sal marina que absorberá la humedad. Espera a que se seque y retira luego el exceso de sal mediante un cepillo de cerdas blandas, un trapo de tela o el aspirador. Si ha quedado la mancha de color, siempre puedes acudir a una tienda de muebles a solicitar un tipo de spray-espuma en seco que sea apropiado para el tipo de tela que constituye tu sofá.
Si la mancha es de barro u otro tipo de líquido “inofensivo”, te recomendamos que mezcles en un recipiente agua líquida con detergente neutro sin color y lo apliques con cuidado sobre la mancha mediante un cepillo suave (servirá un cepillo de dientes). Dejas que se seque o bien le aplicas papel de cocina absorbente y continua aplicando la mezcla hasta que veas que ha desaparecido totalmente. No frotes con mucha fuerza o posiblemente una vez seco se notará al presentar un aspecto más rozado.
Si la mancha es de alguna bebida alcohólica que no sea vino, puedes aplicar una disolución de alcohol (para heridas) en agua. Si es de vino, que sea vinagre diluido en agua templada y si se trata de café o té el líquido vertido, aplica sobre él amoniaco diluido en agua templada. Quedará como nuevo.
Limpiar un sofá de cuero o parecido
Si tienes un sofá de cuero, de escay o de otro tipo de material similar y no sabes cómo limpiarlo, te aconsejamos que adquieras un trapo de gamuza o microfibra y al menos una vez a la semana le apliques mediante una esponja, una mezcla de leche entera y agua, secándolo a continuación con la gamuza. Verás como brilla.
Pero si en lugar de aplicar la leche prefieres usar otro tipo de materia grasa que no sea un alimento, puedes echar sobre el sofá crema hidratante (la más simple y barata, no te compliques). Échala como si de tu piel se tratara, aplicándola y repartiéndola sobre la superficie. Luego sácale brillo con tu trapo y ¡como nuevo!.
Para retirar las manchas, con pasar una esponja empapada en agua tibia con detergente neutro, secándolo a continuación con tu gamuza será suficiente. El asunto se complica cuando los niños, mascotas o algún complemento de nuestra ropa raya la tapicería. En ese caso puedes aplicar la grasa de caballo (o sucedáneo) con color lo más parecido a nuestra tapicería, a la venta en establecimientos de venta de zapatos e incluso en bazares tipo “todo a un euro”.