Como los cangrejos!

Publicado el 20 septiembre 2024 por Teremolla

A veces, como hoy, tengo la sensación de que los derechos de las mujeres son como el andar de los cangrejos, que van hacia atrás.

Cuando escuchas a las seis y media de la mañana que un maltratador con condena firme, como lo es el narcisista de quien no quiero decir el nombre, pero que es diputado en el Congreso de los Diputados y Diputadas por la formación ultraderechista y por València, ha quedado finalista a un concurso de narrativa del Ayuntamiento de València por la igualdad, te saltan las alarmas mentales y dudas, pensando que igual estás todavía medio dormida. Pero cuando llegas a leer la noticia en el periódico de cabecera y ves que es verdad, al menos yo solo soy capaz de pensar “Estamos en una sociedad enferma”.

Tenemos que recordar que el Ayuntamiento de València está gobernado por el PP con el apoyo del partido ultraderechista y, supongo, que esto debe influir. Y que consto que tengo plena confianza en el personal técnico y administrativo del Ayuntamiento de València. Pero no tengo ninguno en el personal político.

Si además, también cuando abres otro periódico te encuentras que el Tribunal Supremo del Estado Español ha permitido a unos padres por vientres de alquiler inscribir a la criatura que han comprado en otro país, en el registro civil de aquí, ya es cuando directamente piensas que vamos como los cangrejos…

¿Desde cuándo se pueden modificar los datos de nacimiento de las criaturas, privándolas así y también de su derecho humano a conocer sus orígenes?

¿Desde cuándo y para “normalizar” la compraventa de criaturas se permite blanquear un negocio que, al menos en el Estado Español es ilegal?

¿Desde cuando los deseos de personas que no pueden tener descendencia y que, obviamente pueden adoptar una de las que están a las instituciones, pero que prefieren explotar reproductivamente a mujeres en situación de vulnerabilidad económica, debe primar sobre los derechos de estas mujeres?

Cómo dice mi compañera, hoy me revienta la cabeza, con tanta brutalidad institucional hacia las mujeres y las criaturas compradas.

Tengo sesenta años y en días como hoy, tengo la sensación que no hemos avanzado nada.

¿Por qué un concurso de narrativa sobre temas de igualdad tiene que blanquear a un maltratador condenado en firme?

¿Por qué se los quiere negar a las criaturas vendidas sus verdaderos orígenes, y esto permite a las personas que las han comprado literalmente, inscribirlo a un lugar donde quizás no ha nacido?

De verdad la gran Mafalda tenía mucha razón cuando decía aquello de “Que se pare el mundo que yo me bajo”, porque no entiendo nada. Y lo que todavía es peor, cada día entiendo menos.

Parece que el capitalismo salvaje junto con su terrible alianza con el patriarcado está ganando la partida y que ya solo queda el feminismo radical para hacerlos frente.

Y lo hace negando que la prostitución sea un trabajo y, por lo tanto, pidiendo su abolición. Igualmente, también pidiendo la abolición de todo aquello relacionado con la explotación reproductiva de las mujeres, como lo son los vientres de alquiler y la consecuente compraventa de criaturas. O que la libre elección del género según el deseo sea una opción, sencillamente porque borra a las mujeres y nuestras luchas específicas, entre otras muchas cosas.

¿De verdad está todo perdido y no queda ninguna esperanza que no esté dentro del feminismo radical que, por cierto, se ha quedado huérfano a la hora de poder votar? Y Lo está porque los partidos que venían a regenerar la izquierda nos han traicionado a las mujeres optando y defendiendo pseudo teorías que refuerzan el patriarcado y el neoliberalismo de forma clara y explícita.

Seguramente será que no tengo un buen día, pero estas dos noticias me lo han acabado de estropear y necesitaba hacer terapia escribiendo como me siento.

Sé que nada cambiara porque yo lo escriba. Quizás ni siquiera yo me acabe encontrando mejor, pero hoy lo necesitaba.

Cordialment,

Teresa