Yo tenía planes durante el verano. De verdad que los tenía. Y se fueron todos a la mierda.
Bye, bye, verano imaginado…
Solo hace 17 días que mi pequeño Loki dejó la guardería y vino a pasar conmigo el verano al completo a casa. En ese tiempo hemos tenido vacaciones, como podréis haber visto en instagram. Nos fuimos a disfrutar de la playa unos días con los abuelos.
Así que en realidad llevo solo una semana en casa con el peque. Y no me ha dado tiempo a hacer nada de lo que tenía planeado. Ni escribir posts para publicar por aquí, ni publicar en instagram cómo me van los días, ni seguir adelante con las novelas.
Adiós productividad.
Tengo la casa más o menos al día gracias a las siestas (cuando las hace) y algunos momentos de juego en los que no tengo por qué estar con el ojo encima y él no me necesita a mí a su lado. Aún así se me han acumulado lavadoras y los baños no están como me gustaría tenerlos. Tengo que ir a hacer una buena compra, pero sola con el peque ni de coña. Estoy pensando en hacerla online, pero me gusta elegir yo cuando se trata de verduras y frutas.
Pero eso no quiere decir que mi casa esté ordenada, ya me gustaría a mí. En realidad tengo que hacer algo con la ropa de Loki, que aún no he cambiado de armario y por supuesto todo lo de manda larga de esta pequeño. Parte de la mía también tendría que pasar por un proceso de revisión, porque… así entre tú y yo, he engordado bastante. Y la ropa de antes no me vale.
Blog y redes en pausa.
Con solo una hora o menos por las mañanas antes de que se despierta mi pequeño terremoto, poca cosa puedo hacer. Y sí, reviso un poco las redes y el blog, pero no me da tiempo para escribir posts. También por falta de inspiración, no lo voy a negar. Estoy un poco seca de ideas y mi cerebro está a tope funcionando buscando actividades para entretener a mi peque (benditos blogs de actividades).
Así que, aunque no quería hacerlo, tengo el blog y redes un poco en pausa. Al menos hasta que me acostumbre a este nuevo ritmo. Aunque no me puedo acostumbrar a un ritmo de horas cambiantes espero que si coja una cierta rutina, al menos hasta que nos vayamos de nuevo a la playa otra semanita.
¿Conciliación?
Como papá trabaja todo el verano (salvo esa semanita de agosto) mamá se queda con el peque en casa. Nuestra otra opción, para que yo tuviera más tiempo para dedicar a mis proyectos y a la casa era dejarlo en la guarde unas horas. Pero este año hemos decidido ahorrarnos ese gasto. Lo cual supone que mis horas son dedicadas al pequeño.
Así que yo no concilio. Trato de ir día a día sobreviviendo…