¿cómo medir la factibilidad financiera de un proyecto?

Por Finproyectos @FinProyectos

La factibilidad financiera de un emprendimiento es uno de los temas que usualmente llama la atención y generar ciertos niveles de preocupación de quien desean iniciar una idea de negocio. Y es por esta razón que nos interesa abordarlo, de manera que se pueda tener una idea clara de cómo medirla y cómo aplicarla al análisis para la toma de decisión de llevar a cabo dicho proyecto.

El análisis de factibilidad financiera es una evaluación que demuestra si el negocio puede ponerse en marcha y mantenerse, mostrando evidencias de que se ha planeado cuidadosamente, contemplado los problemas que involucra y mantenerlo en funcionamiento.[1] En otras palabras identifica y mide cuáles son las posibilidades reales que tiene un proyecto de estar a flote y de generar, desde la perspectiva financiera, riqueza.

En ese sentido, existen una serie de factores que hay que tomar en cuenta a la hora identificar y mediar dichas posibilidades, entre ellos:

  • Sostenibilidad: Capacidad de mantenerse y autosatisfacer los requerimientos propios del proyecto.
  • Rentabilidad: Capacidad de satisfacer las expectativas de los/as accionistas
  • Tiempo: Rango de tolerancia en tiempo para cumplir con los requerimientos propios del negocio y las expectativas de sus accionistas.

Esto a razón de que en la medida en que el emprendimiento sea sostenible, rentable y encaje dentro de un periodo de tiempo que satisfaga las necesidades de quien lo inicia y promueve, entonces las probabilidades de que este sea factible se incrementan.

Es importante hacer notar que, aunque en el análisis los resultados arrojen que la iniciativa sea factible no significa que el éxito esté garantizado. Ya que este tipo de evaluaciones se fundamenta en supuestos que aunque son lo más próximos a la realidad posible, no dejan de ser escenarios que pueden ser influenciados de factores externos no controlables que trastoquen el plan original.

No obstante, esta es una herramienta vital para el/la emprendedor(a), porque en ella se perfilan los posibles escenarios que se puedan presentar y la manera en que pueden ser abordados para que impacten de manera positiva en la gestión financiera del nuevo proyecto. Por lo que su implementación en el proceso de gestación de la iniciativa es preponderante y determinante para que se haga tangible la idea de negocio que se tiene en mente.

Tomando lo anterior como base para medir la factibilidad financiera de un emprendimiento, hay que utilizar tres análisis o herramientas básicas:

  1. Tasa Interna de Retorno
  2. Valor Presente Neto
  3. Periodo de Recuperación de la Inversión

Tasa Interna de Retorno (TIR)

Es un análisis que mide la expectativa que en rentabilidad que se espera de un proyecto determinado en función del retorno de dicha inversión. Es decir, es un valor que se le da a lo que se pudiera esperar que generará en términos de satisfacción para la inversión que se está haciendo.

Esta sirve como punto de referencia para determinar si lo que el proyecto generará satisface el requerimiento de quien invierte. Al mismo tiempo que invita a comparar, respecto de los diferentes instrumentos financieros disponibles en el mercado, si la inversión que se va a hacer en el proyecto vale la pena o no. Ya que es posible que las alternativas del mercado de dinero puedan representar un beneficio mayor sin tener que estar a cargo de todo lo que implica el proyecto que se quiere llevar a cabo.

Valor presente neto (VPN ó VAN)

El dinero, a medida que pasa el tiempo, disminuye su valor y por regla general se asume que el tiempo promedio para evaluar un proyecto nuevo es de 5 años, por lo tanto, es necesario ver cómo se vería afectado dicho capital, partiendo del valor intrínseco del dinero, a través del tiempo.

Para esto se utiliza el análisis del Valor Presente Neto, el cual toma como base los flujos de efectivos proyectados o llevados al futuro y los trae devuelta al presente para determinar si la inversión pierde o no valor.

En ese sentido, en la medida en que el VPN sea favorable significa que el negocio logra que la inversión, más allá de la devaluación natural del dinero, genere la riqueza necesaria que compense la acción devaluativa axiomática de la moneda.

Período de Recuperación de la Inversión (PRI)

El período de recuperación de la inversión mide el tiempo que le toma al proyecto generar la riqueza suficiente que satisfaga los requerimientos de sostenibilidad del negocio, como que quien lo haya capitalizado retorne su inversión.

Este indicador puede tornarse se puede ver en términos de si le toma mucho o poco tiempo, y por ende, si se está dispuesto a asumir dicho periodo. Ya que en la medida en que el negocio esté funcionando y generando algún tipo de beneficio se va acumulando riqueza, sin embargo, si el tiempo en que lo logre no le satisface a quien provee de los recursos entonces probablemente carezca de una financiación.

La medición de la factibilidad financiera de un proyecto permite a quien emprende tener una panorámica más acabada de qué esperar de la inversión y cómo actuar en consecuencia. Pero más que todo le abroga la capacidad de decidir si vale la pena o no poner en marcha la idea de negocio.

En ese sentido, si le interesa profundizar en el tema del análisis de factibilidad financiera de un nuevo emprendimiento le invitamos a adquirir el libro Evaluación de Proyectos para Emprendedores escrito por Jorge Rojas Arzú y Florencia Roca haciendo clic en la imagen. Por otro lado, si esta entrada le ha sido de utilidad le invitamos a compartirla y a opinar. Sus comentarios y aportes enriquecen la discusión en esta comunidad.

[1] Definición Estudio de Factibilidad Consultado 24/04/15