Cómo mejorar las relaciones personales

Por Leunam77
8 febrero, 2013 by Manuel in Coaching Personal | Leave a comment

La confianza es la base de las relaciones personales
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Como dice un refrán “Las relaciones son como un jardín que hay que cuidar” por lo que no es fácil conservarlas en buen estado si no se les dedica tiempo. La confianza es la base principal de las relaciones sanas y eso implica que tienes que ser leal y no te vas a alejar a la mínima ocasión que surja un problema. Las relaciones de verdad son de verdad porque hay un compromiso de respeto mútuo y se construyen franca y fielmente.

Unas relaciones sanas

 Es fundamental aclarar las expectativas  en las relaciones: saber qué espero yo de ti y tú de mi. La mayoría de los malentendidos provienen de no tener claro lo que esperamos unos de los otros, y se basan en suposiciones que a veces son solo eso, suposiciones.

Hay que ser franco y claro en nuestras relaciones y pedir lo que queremos sin esperar que los demás lo adivinen. Por supuesto, todos tenemos derecho a decir “No”, aunque con el amor y la amabilidad somos más atentos y generosos con los otros, y no me refiero ya a cuestiones económicas, sino a cosas tan importantes como el respeto, el cariño, la consideración, la tolerancia y la comprensión.

Hacerse responsable cada uno de sus actos y sus decisiones también es prioritario en las relaciones personales. Tú eres tú y yo soy yo. Cada uno es responsable de lo que siente, lo que hace y lo que decide. Nuestra relación no puede ser de dependencia ni de extorsión. Las relaciones sanas se basan en la igualdad, no porque todos seamos iguales, sino porque haya un equilibrio entre lo que uno da y recibe, lo que uno espera y el otro espera de la relación.

Está claro que uno se puede equivocar y los demás también, pero debemos apartar la soberbia, la prepotencia y el ego, en favor de construir mejores relaciones personales con los amigos, pareja, familia, compañeros de trabajo o jefes. ¿Fácil? No lo es en absoluto, pero cualquier reto que merece la pena requiere un esfuerzo por nuestra parte. Si te interesa desarrollar tus relaciones personales, te invito a que leas el artículo 9 reglas para mejorar tus relaciones humanas.

La verdadera amistad

  Los amigos que son realmente amigos te apoyan cuando lo necesitas y no solo lo hacen cuando les apetece. Un amigo verdadero está por ti y sabes que puedes contar con él o con ella. Puedes verte físicamente más o menos frecuentemente, pero notas que está ahí cuando necesitas hablar con alguien… La persona que no es un amigo te contesta y te habla solo cuando quiere y no puedes contar con que acudirá cuando lo necesites, ya sea llamándolo tú mismo o por iniciativa propia. En realidad, un amigo está dispuesto a apoyarte incluso sin que tú se lo pidas.

Si cumples con estos requisitos estás actuando como un verdadero amigo y cuidando tu relación de amistad.  El sentimiento de amistad sale del corazón, pero los cuidados tienen que salir además de la cabeza. Como decíamos al principio de este artículo:

Las relaciones son como un jardín que hay que cuidar”

Si un jardín no se cuida, ya sabemos lo que pasa: que cada una de las plantas del jardín se va marchitando poco a poco, hasta que se mueren si no se les pone remedio a tiempo.

 

Perdonar

  Si te has sentido herido en alguna de tus relaciones y sigues guardando ese rencor en tu interior, lo más probable es que te hagas daño a ti mismo. Necesitas dejar ir ese dolor. Llora, desfoga tu rabia en tus cojines, sal a correr, haz ejercicio, baila…. pero permítete que la rabia y el dolor salgan de tu cuerpo.

En última instancia necesitas perdonar a quien te hizo daño y a ti mismo. Respecto a quien te hizo daño, no se trata de hacer las paces o ir a pedirle perdón. No me refiero a eso, sino más bien a que no pienses en ello, que lo olvides y que no guardes el rencor. No tienes porqué apreciar a esa persona, sólo que te sea indiferente. Créeme, es lo mejor para ti.

En cuanto a perdonarte a ti, cabe decir que no es un asunto menor. Tú mismo necesitas perdonarte a ti mismo por haber tolerado esa situación, por haber dejado que sucediera lo que sucedió cuando posiblemente podías haberle puesto fin… De todas formas, eso ya pasó. Hiciste lo que supiste hacer en aquel momento.

Cada uno hace lo mejor que puede en cada momento, con el conocimiento y experiencia que tiene. Deja de sentirte culpable y decídete a perdonarte, y así estarás preparado/a para mantener de nuevo relaciones sanas y agradables con los demás. Con la curación llega la amistad y atraes a las personas sanas, las que te aportan autenticidad a tu vida.

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