Cómo montar un mueble para el lavabo

Por Tiendeo @tiendeo

Los lavabos han sobrevivido en los cuartos de baño adaptándose muy bien a los distintos estilos decorativos. Durante mucho tiempo, la imagen de un lavabo iba acompañada a la de un pie de lavabo que servía las veces de soporte y además ocultaba el desagüe. Hoy las tendencias nos muestras muchos tipos de lavabo. Los hay suspendidos, encastrados, elevados, para mueble… y es en un tipo de lavabo como este último, para mueble en el que vamos a centrar nuestro proyecto. Si nos acompañas en este proyecto, vamos a ver como con muy poco damos a nuestro baño otro aire y además ganamos en ordenación.

Paso a paso

La mayoría de los lavabos, en general, van colocado sobre dos sostenes, fijados a la pared, que pueden tener una determinada forma y un tipo de apoyo más o menos ancho, bien sea con respecto a la pared o por debajo del lavabo. Por tanto, para sustituir un lavabo es necesario quitar el grifo y el desagüe.

Una vez liberado el lavabo se puede cambiar, o como va a ser en nuestro caso, mover para sustituir el pedestal y colocar en su lugar un moderno y bonito mueble para lavabo.

Liberar el lavabo

Tal y como decíamos en la presentación la mayoría de los lavabos se hayan anclados a la pared, pues además de tener que soportar su propio peso, unos 15 kilos, además es el del agua en su vaso.

 Si tu lavabo está sujeto además con un cordón de silicona a la pared, has de cortar la silicona, o corres el riesgo de romper los azulejos cuando intentes liberar el lavabo.

 Una de las primeras acciones a tomar, será la de liberar el desagüe del lavabo y para ello con la ayuda de una llave inglesa aflojaremos la tuerca que cierra la unión del desagüe con el lavabo.

Otra cosa a tener en cuenta es la de cerrar las llaves de paso, porque de esta manera, nos ahorraremos algún que otro susto provocado por una apertura accidental del grifo, (recuerda que acabamos de aflojar el desagüe)

 Con la ayuda de una llave inglesa pequeña vamos a quitar los anclajes que mantienen sujeto el lavabo a la pared. La verdad es que la posición es algo incomoda, mas con un poco de paciencia lo vamos a realizar. En esta fase no estaría de más disponer de ayuda, para que alguien sujetase el lavabo mientras estamos quitando las tuercas que mantienen al lavabo con la pared.

Si no disponemos de la ayuda de otra persona una posibilidad consiste en mantener el pedestal del lavabo como apoyo, hasta que podamos quitar el lavabo sin ayuda.

Ahora pasaremos a aflojar los latiguillos de las llaves de escuadra, para que al quitar el lavabo este se lleve también los latiguillos. También puedes liberar los latiguillos del grifo del lavabo, girando sobre su eje. La conexión de los latiguillos al grifo es a través de una rosca que se puede aflojar con la mano.

 Retiramos el lavabo con cuidado y lo ponemos en algún lugar donde no nos estorbe para el trabajo y en el que esté a salvo de cualquier contratiempo. Si tienes una manta vieja o una sabana, o un trozo grande de tela, envuelve el lavabo con ellos mientras esté desmontado, así lo protegeremos de cualquier accidente.

 Si has optado por liberar los latiguillos del grifo, ahora te corresponde quitarlos de la llave de escuadra.


Cambio de grifería.

 Aprovechando que nos hemos decidido por cambiar el aspecto de nuestro baño incorporando un mueble para el lavabo, vamos a aprovechar para cambiar el grifo de nuestro lavabo y sustituirlo por otro que le dé un toque más actual. Para ello lo primero que hay que hacer es liberar el grifo del lavabo y para ello vamos a utilizar un destornillador de punta de pala y que sea muy alargado, para poder así liberar sin problemas el grifo.

 Una vez quitadas las juntas y el grifo antiguo, nos centramos en el moderno, la forma de colocación es la inversa que hemos utilizado para su liberación, Colocamos las juntas y pasamos a introducir el nuevo grifo. Una vez ajustado y colocadas las juntas, procedemos a atornillar para fijar el grifo. Lo haremos tal y como se observa en la ilustración, con la ayuda de un destornillador manual.

En otros casos, los grifos vienen anclados por un tornillo que tiene además la cabeza  hexagonal, para estos casos será necesario emplear en su apriete o liberación una llave de tubo.


Colocación del lavabo

 Antes de colocar nuestro lavabo habremos centrado el mueble, de tal forma que esté centrado con las llaves de escuadra y con el desagüe, aunque a decir verdad, si tenemos un espejo será este el que determine la posición final del mueble.

Una vez determinada esa posición podemos aplicar un cordón de silicona en la parte del mueble que estará en contacto con el lavabo. Al

ser el mueble de madera, protegerá algo de las posibles humedades.

Una vez asentado el lavabo, procedemos a conectar los servicios. Conectamos los latiguillos flexibles a las llaves de escuadra. Por cierto cuidado con que no se crucen los latiguillos.

Utiliza esta regla el color rojo es a la izquierda, agua caliente, el color azul a la derecha, agua fría.

Continuaremos conectando los servicios, ahora estamos con el desagüe y para no tener ningún tipo de problema con el desagüe antigua hemos optado por utilizar uno que es flexible y adaptable.

Para terminar, nos aseguramos que el desagüe está bien apretado y damos un último repaso al tornillo que sujeta el embellecedor del desagüe de nuestro lavabo.

Con muy poco esfuerzo y en menos de una mañana hemos conseguido cambiar el aspecto de nuestro cuarto de baño y además ganar espacio para la ordenación, un lugar en el que guardar nuestros enseres de higiene personal o simplemente toallas