En mi casa, el único instante en el que se respira un poquito de tranquilidad cuando estamos todos es cuando consigo ponerme con los dos pequeños a pintar. Leo aún garabatea y es feliz con su caja de pinturas de Spiderman y Lucas es un apasionado de los mandalas.
El dibujo es un vehículo importantísimo para el aprendizaje y el desarrollo de los niños. Desde bien pequeñitos, en el momento en el que son capaces de aguantar un lápiz con las manos, son capacees de garabatear y pintar y, además, ¡disfrutan muchísimo haciéndolo!
Beneficios de pintar
Para ellos, supone un juego pero ¡no sabes lo importante que es para su desarrollo tanto físico (estimula la psicomotricidad fina), como mental!
A través de la pintura los niños descubren un mundo lleno de colores, formas y trazos
Dan rienda suelta a su imaginación
Exteriorizan sentimientos y experiencias
Gracias a la pintura se estimula la comunicación y la expresión
Potencia la creatividad
Aumenta la capacidad de concentración
Ayuda en el desarrollo de su creatividad y su autoestima
Desarrolla habilidades para resolver problemas
Favorece la organización
Serena y tranquiliza (algo que nunca viene mal, ¿no crees?)
Cómo motivarles para que pinten
Los niños aprenden por repetición, así que saca a la luz tus dotes de artista y ponte manos a la obra.
Consigue libros especialmente preparados para pintar. Les encanta colorear animalitos, juguetes, flores…
Pintar mandalas ayudará a estimular su concentración.
A partir de los 5 o 6 años, es el momento ideal para que descubran otros materiales como pinceles, lienzos o, incluso, telas.
Apuntarles a concursos de pintura supondrá un incentivo extra a la hora de crear.
Y vosotros, ¿pintáis con vuestros peques en casa?