Cómo motivar a un adolescente

Por Carlos Melero Bascones @Gotasdecoaching

¿Se puede motivar a un adolescente o un joven “nini”? 

Trabajo con padres, profesores y jóvenes. A veces me encuentro con personas que ni estudian, ni trabajan, ni parece que tengan interés por hacer algo más que dejar pasar los días. Parece que no necesitan más que techo, comida y Wifi. Con eso viven y van tirando. 

Hace poco, alguien me pidió consejo sobre un joven que no tenía interés por estudiar o trabajar y me hizo esta pregunta

¿Cómo puedo motivar a una persona que no estudia, ni trabaja ni tiene interés por nada en la vida?

y esto fue lo que le respondí (más o menos): 

… pongo por delante que no me gusta opinar y mucho menos aconsejar con generalizaciones pero, tal y como lo describes y por mi experiencia con otros chavales y adultos, creo que la clave puede estar en descubrir qué quiere de verdad. Ese es un proceso de descubrimiento personal en el que le puedes acompañar pero no lo puedes hacer por él.

Lo más probable es que no haga nada porque no sabe para qué quiere hacerlo, o piensa que su pretensión es imposible. Si se conforma con tener alimento, techo, wifi y fiesta, necesita descubrir que quiere más. Le falta conocer su motivación, el disfrute de la vida. Porque lo que hace en el día a día tiene pinta de ser más “ver pasar la vida” que vivirla.

Cuando él tenga un “para qué” claro, volverá a tener ganas de ir a por ello. La cuestión es ¿qué lo motiva? 

Si fuera un proceso de coaching , le preguntaría: ¿dónde te gustaría verte dentro de unos años? Esta pregunta requiere ser hecha en el momento adecuado y con el suficiente nivel de confianza y libertad para que sea respondida sin miedo al rechazo. 

Se trata de que exprese lo que hay dentro de su corazón, sea o no realizable a los ojos de otros, para comenzar desde ahí esa tarea de acompañamiento.

Por eso puede ser bueno que la haga otra persona que no sean los padres, para que el joven sienta la libertad de decir lo que realmente desea, aunque él piense que es inadecuado, absurdo o irreal. 

Un joven puede no decir lo que realmente desea por rechazo a los juicios, incluso los suyos propios.

Generalmente responden que lo que quieren no lo pueden conseguir, que todo es una mierda, que ellos no pueden o que las circunstancias lo impiden. Y ahí viene el trabajo de animarles a imaginar qué quieren, aunque no sepan el cómo.

En este punto creo que es crítico diferenciar entre animarles a imaginar y tratar de convencerles de que lo conseguirán. Lo primero sirve para conocerse y lo segundo es una trampa que no me gusta. Yo nunca digo que conseguirán lo que quieran proponerse, sólo les digo si creo que es posible alcanzar lo que me están contando (y hasta ahora siempre es que sí).

Saber dónde se quiere ver le servirá para saber qué quiere e imaginarlo. Y sea lo que sea lo que diga, si es auténtico, estará plagado de sensaciones positivas y motivadoras. Desde ahí se puede hacer un trabajo de introspección para que descubra qué le ofrece ese futuro, qué sensaciones lo acompañan, qué emociones hay detrás y cómo se pueden conseguir de forma alternativa. Se trata de buscar el estado deseado e ir a por él de mil formas distintas.

Es importante que quien lo acompaña en ese proceso no interprete qué le aporta a sí mismo lo que el joven está narrando. Me refiero a averiguar qué significa para el joven lo que está diciendo dejando de lado lo que significa para ti, por eso es un proceso de acompañamiento y descubrimiento. 

Ya diga que quiere ser jefe, marido o surfista, eso lo dice por algo. Se trata de acompañarlo a descubrir qué hay en su corazón para querer eso. Tienes que dejar de lado lo que significa para ti y centrarte en lo que significa para él. 

Tienes que dejar de lado lo que significa para ti y centrarte en lo que significa para él.

Si él se quiere ver en un situación que para ti es imposible, inútil o inadecuada, no importa. Lo importante es saber qué le aporta a él y, por lo tanto, qué le está pidiendo a la vida. Desde ahí se le puede acompañar a buscar la forma de conseguir eso mismo ya sea con su plan o de cualquier otra manera y no necesariamente en el futuro, es posible que se pueda comenzar a conseguir ahora.

Si tu hijo no quiere hacer nada, tal vez sea porque no sabe para qué lo querría hacer y la motivación es algo que no se impone, se descubre.

Este descubrimiento no es cosa de un día. Te dejo aquí algunas claves para incrementar las opciones de éxito:

  1. Genera un entorno de confianza donde el o ella puedan expresarse sin miedo al rechazo. Recuerda que puede soñar con ser un surfista sin que eso signifique que lo vaya a hacer. Sueños tenemos todos.
  2. Respeta sus ganas de hablar.  
  3. Escucha sin involucrarte emocionalmente (en la medida de lo posible) porque de lo contrario se limitará tu capacidad de escucha y dejarás ver tus opiniones. 
  4. Si, a pesar de todo, algo de lo que te dice te afecta especialmente, compártelo como algo tuyo, ocultarlo puede ser interpretado como un juicio velado. Comparte lo que a ti te pasa con lo que él cuenta sin juzgarlo.
  5. No te pongas en el lugar de él o ella y no pongas lo que cuenta en tu vida. Recuerda: no importa lo que significa para ti sino lo que significa para él o ella. 

No es tarea fácil, pero tampoco es imposible. 


Infórmate sobre cómo el Coaching para Adolescentes, ayuda a las personas a descubrir qué quieren en la vida y cómo lo pueden conseguir.


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