Como nos engañaron, encarrilando a las ovejas discolas

Publicado el 06 julio 2021 por Rafael García Del Valle @erraticario

A finales de los años sesenta nacerían los movimientos en contra de la reprimenda que el psicoanálisis había originado, donde el orgullo de ser un inadaptado o aislado,  se convirtió en la respuesta de su movimiento.

Se comenzó a irradiar el desahogo emocional como terapia o alternativa. Se dice que el precursor de este movimiento el cual fue discípulo de Freud que creía en que las fuerzas inconscientes eran buenas y que era la represión por parte de la sociedad lo que las desfiguraba y hacía que la gente se volviera agresiva o menos pasiva de lo normal, pues como nos engañaron, encarrilando a las ovejas díscolas, animales con instintos.

A principios de los años 60 nacieron los grupos que acusaban a los poderes sociales de utilizar nuevas técnicas o metodologías psicológicas para manejar los sentimientos de la gente y convertirla en un muñeco consumidor. El consumismo era una herramienta para mantener sumiso a la población, la cual se despreocupaba y permitía al poder gobernar o manipular a su antojo.

Se dice que para Marcuse, el estudio del análisis al servicio de las élites había reducido a las personas a expresar sus sentimientos e identidades mediante diferentes productos y marcas. Era una difícil época de enfrentamientos en que los grupos de izquierdas y los universitarios, así mismo se destacaron por la violencia contra el método establecido; dicho fracaso los obligó a realizar un cambio total de estrategia. Era necesario poder vencer al sistema en el exterior, sino se habría que hacerlo en el interior de cada uno.

Conclusión

Por consecuente todo individuo tenía que liberarse a sí mismo y sólo mediante esta actitud llegaría el día en que una aglomeración crítica podría cambiar tal situación social. Salieron así terapias basadas en los estudios de su fundador destinadas a desinhibir las represiones que la sociedad había implantado en cada conciencia individual. Es por eso que se buscaba la libre expresión de los miedos o recelos y de las emociones más profundas.

El resultado de todo ello, al decir cómo nos engañaron, encarrilando las ovejas discolas o descarriadas, fue un crecimiento descomunal de los movimientos que rechazaban el estilo de vida tradicional establecido, causando una serie de preocupación.

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