Cómo perder el miedo a hacer el ridículo?

Publicado el 24 noviembre 2014 por Flormpecasique @flormpecasique

Hoy te voy a hablar de un tema especial Cómo perder el miedo a hacer el ridículo? en base a mi experiencia y en situaciones que he podido gestionar para perder el miedo. Quise compartir esto, porque siento que en la vida es importante que sepas que todo lo que deseas es alcanzable solo si sobrepasas tus límites mentales y emocionales y éste artículo viene a ser una dosis de ello.

Cómo perder el miedo a hacer el ridículo?

Antes te contaré algo en particular… Para mi perder el miedo empezó a mis 9 años, estaba en el coro del colegio y según mi profesora era muy buena, lo que pasaba era que… me daba miedo cantar, me aterraba cantar en público, los nervios me consumían y hasta tenía ataques de pánico! Cuando cantaba lo hacia detrás de una pared, nunca siendo vista por personas, mi profesora se reía mucho, y aunque hablábamos mucho del tema, yo no podía lograr perder el miedo…

Esto afecto muchas áreas de mi infancia y adolescencia, a los 9 años también empecé la natación y continuaba mi miedo, la diferencia era que ya dentro del agua mis nervios se iban, y nadaba tan fuerte como podía, llegué a ser selección de mi estado incluso, antes de las competencias solía llorar encubierta por mis lentes, y siempre mis ataques de pánico antes eran muy fuertes… a pesar de todo esto, obtuve muchos logros que fortalecieron mi autoestima.

En natación estuve 4 años, y luego practiqué Polo acuático, es como fútbol en el agua, y el juego en equipo más la adrenalina del mismo fue liberando mis miedos… a veces simplemente olvidaba que me veían y jugaba mejor que nunca! Era fantástico justo ese momento.

Posterior a este tiempo importante en mi vida, ingresé a la Universidad a estudiar medicina, tenía 16, vivía fuera de casa en una residencia así que debía hacer quehaceres y actividades sola, hacer rendir la beca que tenía y costear los gastos universitarios, esta etapa fue realmente difícil para mi, pero me enseñó a ser autosuficiente, y a desapegarme un poco del cordón umbilical familiar, estuve viviendo en dos ciudades distintas por motivo de mi carrera, y llegó un momento clave para mi…

Todo estaba bien, aparentemente, pero no me sentía a gusto, es así como un día decidí dejar la medicina, esa fue la primera acción de salirme de mi zona de confort, desde ese día solo recibí críticas, fue un momento muy duro, no sentir apoyo de las personas que quieres por las decisiones que tomas, me sentía libre, pero nadie estaba contento, comencé otra carrera, la cual en su mayoría mis padres me ayudaron a costear por los montos altos de matriculación mensual, desde ese instante que la emprendí, tuve de nuevo una fase muy fuerte, para ir al instituto debía madrugar de 4 a 5 am en muchos casos, llegar a casa incluso a las 12 de la noche, viajar en hasta 3 o 4 buses diarios, ser robada hasta con pistola en 3 oportunidades, fue muy estresante sinceramente, pero yo quería culminar la carrera, porque me encantaba y porque a pesar de no contar con todos los recursos en ese tiempo para desarrollarla, podía realizar los proyectos sin aplazar materias. En el instituto solía oír personas que decían que les quedaban materias porque no tenían tiempo (yo no tenía tiempo porque lo pasaba más allí o en carrera hacia mi casa, y no aplazaba) decían otros que porque no tenían computador (yo tuve computador justo en el penúltimo semestre y no permití que eso fuera impedimento para no rendir en la carrera, me quedaba hasta tarde en la institución más que todo por eso).

Ya graduada, hoy todos los que no creyeron en mi, empezando por mi madre, me han dicho que no me ven como médico sino como Comunicadora Visual, no solo por la actitud sino por mis resultados en mi profesión y ahora en negocios por internet. Mi logro no ha sido por esa gente, sino porque para mi era importante realizarlo, todo el tiempo sentí miedo al qué dirán, a hacer el ridículo, a que hablaran de mi mal, y resulta que hagas el bien o el mal, la gente siempre hablará de ti, lo importante es considerar hacer lo que realmente queremos y que creemos con fe y devoción, porque eso siempre te hará feliz aunque todo vaya mal, el simple hecho de recordar por qué estas haciendo lo que haces y por qué lo haces, para mi era y ha sido escalar una posición en mi vida, esa en la que por fin dejo de tener miedo, esa en la que hago lo que me da la gana, porque sé que es mi destino, es fundamental para mi crecimiento personal.

Pude llegar a ser una excelente cantante tal vez si fuese dejado de tener miedo, fuese llegado más lejos en natación o polo acuático si fuese dejado de tener miedo, pero NO, no se puede vivir del FUESE hecho esto o aquello, lo importante es el hoy, el presente, es en el presente donde puedes tomar las decisiones, tomar acciones que te darán tu futuro, si hoy no estas tomando acciones con respecto al camino que quieres, tu futuro no será el que deseas…

El haber emprendido mi nueva carrera, incluso el empezar en negocios por internet, es esa parte de mi que dijo: YA NO QUIERO QUE FUESE, QUIERO QUE SEA. Uno cambia cuando se cansa de no cambiar… Como leí en una oportunidad alguna vez… aquí y ahora, entre tu y yo: Cuando es inevitable el cambio? Respuesta: Empezamos a cambiar, no cuando queremos cambiar sino cuando estamos verdaderamente cansados de no cambiar; es decir, cuando cambiar es más sencillo que no hacerlo. Y en ese punto de no retorno, una nueva realidad se abre camino.

Cómo perder el miedo a hacer el ridículo?

Uno deja de tener miedo, cuando piensa que no hay mejor tiempo para hacer las cosas que éste que tienes ahora, cuando sabes que solo TU eres responsable de tus actos, que la gente dirá lo que sea pero no está en tus zapatos, que lo que tengas que aprender llegará en su momento mientras te encuentres trabajando por ello, porque el tiempo de Dios es perfecto y no se precisa nada más.