Como piedras preciosas

Por Formulabelleza

Me encantan las joyas, las de adorno y sobre todo, las personas que lo son, más valiosas que todos los quilates del mundo.

Y me encantan las piedras preciosas, no únicamente por lo que representan a nivel material, sino por su simbolismo, su capacidad de atraer energías positivas y hacer de escudo ante las negativas….

Os pongo ejemplos:

El Agua Marina ayuda a soportar las situaciones difíciles y a comprender que aun dentro de lo malo hay momentos interesantes que merecen la pena.

El Rubí despierta las pasiones más hermosa y las potencia…

La Esmeralda inclina a la esperanza y al optimismo.

Y los cuarzos, sobre todo los rosas, colaboran en la eliminación de toxinas, la relajación y el descanso…

La civilización maya (que a mi nadie me quita de la cabeza que eran extraterrestres) cubrían el rostro de sus muertos con mascaras de malaquita para pervivir en la eternidad, y los faraones del antiguo Egipto reproducían su escarabajo sagrado en lapislázuli y turquesa, para sobrellevar los problemas de la vida y para adentrarse victoriosos en el más allá.

¿Lo veis?, las piedras preciosas son PRECIOSAS de verdad…

También lo son muchas personas, hombres y mujeres, a quienes sin embargo las marcas de sudor en la zona de las axilas, arruina su imagen pública.

Y es que en época estival todos sudamos, unos más y otros menos pero es muy fácil, estando a pleno sol, manchar los tejidos delicados de nuestra ropa, por debajo de los brazos

Para evitar esas situaciones desagradables en el Centro Médico de Felicidad Carrera, ofrecen el siguiente tratamiento:

La Toxina Botulínica actúa sobre las glándulas axilares que producen el sudor, inhibiendo los impulsos neurológicos que estimulan la sudoración y por lo tanto, reduciendo esa secreción.

No hace que dejemos de sudar por completo, la sudoración es un mecanismo natural de termorregulación de nuestro organismo y no es ese el efecto que buscamos.

Pero sí consigue reducir su cantidad a valores mucho más bajos de lo normal (se reduce el sudor en un 80%), evitando que mojemos la ropa y aparezcan esos desagradables cercos.

La aplicación de la Toxina es sencilla y segura, pero siempre debe hacerse bajo supervisión médica y en centros homologados con todos los permisos sanitarios que la ley establece para su almacenaje y uso.

El paciente debe saber en todo momento el producto que se le va a administrar, la dosis aplicada y firmar el consentimiento informado pertinente, ratificando que se le ha dado toda la información al respecto.

El especialista dibuja sobre la zona axilar unas cuadrículas marcando la zona pilosa axilar y sobre cada una de ellas, de un diámetro aproximado de 1 cm, irá aplicando pequeñas dosis de Toxina Botulínica mediante inyección subcutánea.

La molestia es prácticamente imperceptible, no más que tirar de un vello axilar con una pinza.

El tratamiento que puede durar unos 10-15 minutos, no requiere ningún cuidado posterior más que la típica higiene axilar.

Los efectos de reducción progresiva de la sudoración se notan en 24-48 horas, alcanzando su máxima acción aproximadamente en una semana y persisten de 6 a8 meses.