Cómo pintar muebles lacados en blanco

Por Anad

El lacado consiste en un proceso en el que un mueble se pinta con esmalte-laca, la cual es lisa, presenta un aspecto suave y puede resultar brillante o satinada. Se trata de un producto muy resistente a lo largo de los años y muy fácil de limpiar.

Existen dos tipos de este esmalte-laca: acrílico y poliuretano, y su diferencia reside en su base, que puede ser al agua o sintética. Este último, el de poliuretano, necesita aguarrás para su disolución (así como para su posterior limpieza), por lo que seca más lentamente, desprende olor y resulta más difícil su aplicación sobre el mueble en cuestión. Sin embargo, es el más efectivo y el que queda más perfecto, a pesar de que en ningún caso el resultado se asemejará al industrial.

Este tipo de pintura se puede aplicar indiscriminadamente sobre muebles de forja o hierro, así como sobre muebles de exterior o de interior. Se trata, sin duda, de una técnica que nunca pasa de moda y que le dará un toque muy chic a tus muebles, sobre todo si te decides por unos muebles lacados en blanco, ya que esté color siempre será una apuesta segura. Además, los muebles lacados en blanco siempre conseguirán que tus habitaciones sean más luminosas y límpidas.

Pero dejémonos de explicaciones teóricas y pasemos a la parte práctica: ¿qué herramientas y productos se necesitan para conseguir unos muebles lacados en blanco?

  • Esmalte-laca acrílica o de poliuretano (para unos muebles lacados en blanco necesitaremos que sea de este color).
  • Pintura selladora.
  • Rodillo para lacar, que será de un tamaño adecuado al mueble en cuestión.
  • Pinceles y brochas para los pequeños retoques y llegar a los recovecos.
  • Agua, disolvente o aguarrás para la disolución de la pintura.
  • Lija o lana de acero de grano fino.
  • Guantes para protegernos las manos.
  • Trapos de tela o algodón que no dejen restos.
  • Cera incolora para la protección del acabado.

¿Y cuál es el proceso para tener unos muebles lacados en blanco? Sin duda, se trata de un proceso delicado, pues cualquier mal brochazo puede dejar marcas indeseables que harán más difícil que tus muebles lacados en blanco queden impecables, por ello es más recomendable el uso del rodillo, pues dejará un acabado liso y suave.

A continuación, los pasos para tener unos muebles lacados en blanco:

  • La superficie del mueble debe estar limpia y seca, así como lijada o reparada en caso de hubiera imperfecciones o alguna pequeña brecha.
  • Aplicar la base selladora para conseguir un acabado más homogéneo (el poro de la madera se cerrará y así no absorberá tanta pintura).
  • Lijar suavemente y no olvidar retirar el polvo con un trapo que esté limpio y que no deje restos.
  • Con un rodillo específico, dar dos manos de esmalte-laca de color blanco (si el mueble fuera muy pequeño, utilizar una brocha con cerdas suaves). Y no olvides lijar entre capa y capa.
  • Aplicar cera incolora con una brocha o un trapo.
  • Frotar con otro trapo limpio para sacarle brillo al mueble.

Entonces, ¿te atreves a cambiarte a los muebles lacados en blanco? Si es así, y en caso de que necesites a un profesional para que el acabado sea perfecto, no dudes en solicitar la ayuda de los mejores profesionales de Zaask.