Cuando digo estas cosas me refiero, por supuesto, a cuestiones como no llenar la maleta demasiado, no volver a casa sin visitar los lugares que todos quieren ver, o tener claro dónde se come mejor. Yo, que soy una obsesa de la organización, quiero que todo esté bien atado antes de embarcarme en una aventura. Por eso, os doy algunos consejos para que vuestras vacaciones no sean un caos y todos volváis igualmente satisfechos. (Esto es especialmente importante si se trata de un viaje en grupo).
1- Duración óptima. ¿Cuántas veces habéis sentido que un viaje es demasiado corto? O peor, ¿cuántas veces habéis sentido que un viaje es demasiado largo? La duración de un viaje es una cuestión de vital importancia y que nos saltamos a la torera. ¿Por qué? Porque hay viajes que están hechos para durar un fin de semana y otros en los que no vemos nada aunque estemos 7 días enteros.
Elegir la duración del viaje es clave. Preguntaos de cuánto tiempo disponéis. Si no disponéis de más de 4 días, no os embarquéis en un viaje a Nueva York, eso es obvio. Por muchas ganas que tengáis de ese road trip por toda Europa, vais a disfrutar mucho más otro lugar en el que no sintáis que vais siempre a la carrera y que os están quedando muchas cosas por ver. Del mismo modo, si tenéis una semana de vacaciones no os vayáis a un sitio pequeño que se vea en dos días. Puede que penséis que vais de relax y a pasar tiempo en la habitación de un hotel, pero lo más seguro es que terminéis hartos del lugar.
Lo mejor para un viaje largo, como a la Riviera Maya, yo creo que son 10 días. Una semana se te queda muy corta, pero 15 días te acaban agotando. Para un viaje con amigos a una capital europea, por ejemplo Lisboa, 4 días parece ideal.
2- Planeadlo en un mapa. Los mapas son esos amigos que, a veces, consideramos demasiado anticuados para usar, pero que son claves. La mejor manera de planear unas vacaciones es hacerlo mapa en mano. Eso os ayudará a saber qué queréis visitar y cuándo. Marcad los lugares según orden de prioridad e id calculando vuestra ruta.
Esto no solo ayuda a planear el balance de actividades durante los días de estancia, sino que os ayudará a calcular la duración óptima del viaje, el dinero que vais a necesitar, la ropa que debéis llevar y el horario que vais a seguir entre otras cosas (suena mal, lo sé, pero es necesario saber en qué momento vais a hacer cosas).
3- Planead bien la ropa. El peor momento de todo viaje es la hora de hacer el equipaje. Si sois de aquellos que os quedáis paralizados delante del armario con la maleta vacía abierta sobre la cama y preguntándoos "¿qué meto?", bienvenidos al club. Para tener éxito en esto del equipaje es necesario tener claro todo lo anterior: cuántos días vamos a estar y qué vamos a hacer.
Partamos de la base de que hay ciertas prendas que no van a faltar: unas zapatillas para caminar, una chaqueta, el pijama, ropa interior, un jersey (haga el tiempo que haga), una camiseta de manga corta versátil, unos vaqueros (o dos) y una sudadera. Sabiendo esto, lo ideal es planificar qué nos vamos a poner día por día.
Sí, es un trabajo tedioso, pero es necesario. Con los outfits planeados para cada día y teniendo en cuanta el clima, nunca meteréis ropa de más. Bueno, sí lo haréis porque luego siempre pasa que repetimos prendas o que no nos apetece ponernos lo planeado, pero al menos no nos sobrarán tantas cosas inútiles que habíamos metido "por si acaso" o porque nos gustan.
4- Pinterest. Pinterest siempre es la respuesta a preguntas como "¿qué ropa me llevo?", "¿dónde vamos a comer?", "¿dónde se hacen las mejores fotos?" o "¿qué vamos a hacer?". Gracias a los usuarios, es la red social con más guías de viajes y más consejos útiles. A la hora de planear las vacaciones, hacedme caso y buscad en Pinterest. Siempre encontraréis ideas interesantes y rincones que no os podéis perder.
5- Tened el móvil a punto. Las apps van a ser vuestras amigas. Aseguraos de que tenéis todas instaladas para hacer vuestro viaje más sencillo porque la herramienta con la que siempre vais a contar es vuestro móvil, que tendréis muy a mano.
Por ejemplo, Tripadvisor será vuestro aliado para sugerencias de restaurantes, ocio, museos, hoteles, etc. Google maps es un must para navegación. Airbnb si queréis un alojamiento a menor coste. Y necesitaréis Google para dar respuesta rápida a las dudas que os surjan. Mi consejo es que dediquéis un momento para buscar qué aplicaciones van a ser útiles para vosotros y os las descarguéis.
6- Priorizar. A la hora de organizar unas vacaciones es importante saber priorizar. ¿Qué vamos a querer hacer? ¿visitar museos, hacer deporte, ir de tiendas, tomar el sol...? ¿qué lugares tenemos que visitar sí o sí y cuáles pueden esperar? Son preguntas que nos debemos hacer. No tiene sentido que dediquemos el primer día a ir a la playa si lo más importante es ver la ciudad.
En unas vacaciones pueden pasar mil cosas. Dependemos del clima, del transporte, de nuestra salud... Y siempre viajamos con un propósito. Además, no lo podemos ver todo. Muchas veces nos gustaría poder disfrutar de cada rincón, pero vamos con los días contados. Elegid qué actividades son más importantes para vosotros y dejad lo demás para volver en otro momento o para días extra si es que los hay.
7. Todos contentos. Esta parte es la más importante en viajes en grupo. Antes de planear las vacaciones comunicaos entre vosotros y decid qué es lo que queréis hacer. El éxito de unas buenas vacaciones reside en que todos volvamos contentos y hayamos cumplido nuestro propósito. Planead un balance de actividades que haga felices a todos por igual y no subestiméis los gustos de los demás por muy ridículos que os parezcan.
En este caso será clave lo anterior, es decir, priorizar. Hay que tener claro que las prioridades de cada persona van a ser diferentes y todas las expectativas del viaje deben cumplirse. No os volváis a casa sin haber hecho lo que más os apetecía ni obliguéis a los demás a aceptar vuestro punto de vista. Puede que vosotros vayáis con el objetivo de relajaros, pero, si vuestro compañero de viaje quiere conocer cosas nuevas, tendréis que encontrar el equilibrio perfecto.